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“Carlos Menem tiene muy pocas chances de ganar las elecciones. Es quien tiene el mayor voto cautivo, porque casi todos sus votantes dicen que no votarían a otro candidato. Pero su techo es muy bajo, prácticamente no tiene chances de crecer porque es el candidato que tiene peor imagen entre los que no lo votan, muestra casi nula capacidad de atraer votos de otros y es, de lejos, el peor ubicado, el que obtiene peor cosecha entre los que hoy son votantes indecisos. Esta es una campaña con muchas incertidumbres, pero si existe una certeza esa es que no habrá presidente el 27 de abril. Vamos por primera vez al ballottage y ahí primará el que tenga mayor capacidad de sumar votos ajenos. Por ahora, el que está mejor ubicado en ese terreno es Néstor Kirchner.” Este es el diagnóstico de la consultora independiente Graciela Römer a 40 días de las elecciones. La socióloga se basa en su última encuesta, exclusiva para Página/12, y en un largo diálogo con este diario profundiza sobre lo que podría pasar en el último tramo de la campaña electoral.
Las conclusiones surgen del sondeo de opinión realizado por Graciela Römer y Asociados sobre la base de 1800 entrevistas realizadas en todo el país. La encuesta fue hecha en los domicilios, al azar y respetando las cuotas por edad, sexo y nivel económico-social.
“Estamos ante una elección atípica –señaló Römer–. Por primera vez está la posibilidad cierta de una segunda vuelta. O sea que todo indica que no tendremos presidente el 27 de abril y que esa primera votación será sólo un mecanismo de habilitación para el ballottage.”
Según Römer y la mayoría de los sondeos, Néstor Kirchner tiene leves ventajas sobre sus rivales. En algunos casos figura Carlos Menem en el segundo puesto, pero tanto Römer como otros consultores verifican un pequeño crecimiento de Adolfo Rodríguez Saá que le permiten superar al riojano. De todas maneras, las diferencias son tan mínimas que entran dentro del margen de error de las encuestas y como ya ha dicho Römer en este diario “los estudios de opinión son una herramienta insuficiente para evaluar distancias tan estrechas entre candidatos”.
–¿Ve posibilidades de que la elección se termine polarizando entre dos candidatos? ¿Podría haber un Boca-River en la primera vuelta, cayéndose el resto de los postulantes? –preguntó Página/12.
–Veo difícil la polarización. El electorado está muy dividido, fragmentado. En el ambiente que hay hoy, no se percibe que un candidato pueda sacar 45 por ciento de los votos o 40 por ciento con una ventaja de diez sobre el segundo. Dentro de las incertidumbres, la mayor certeza es que habrá segunda vuelta.
Römer también salió al cruce del análisis que se ha puesto en boga en las últimas semanas y según el cual quien gane en la primera vuelta, si se impone por un margen respetable, será imbatible en el ballottage. “La elección del 27 de abril será el mecanismo de habilitación para la segunda vuelta, pero creo que incluso puede ganar quien haya perdido en la primera vuelta por una diferencia considerable. Las chances electorales del ballottage y de esta elección en general tienen que ver con la capacidad para cosechar votos en esa segunda vuelta y ahí es adonde aparecen las enormes dificultades de Menem: tiene poca capacidad de atraer votos de otros y mucho menos votos de los que hasta ahora están indecisos. Menem tiene el mayor rechazo y la peor imagen por fuera de sus votantes y entre los indecisos.
–¿Pero no existe un voto oculto que saldría a relucir, según argumentan los hombres de Menem?
–No, no hay ningún dato de ese tipo. A Menem lo ven con un hombre que viene del poder y hay un 36 por ciento de personas que creen que va a ganar. Pero aún ese porcentaje viene bajando. Muchos dicen que esta ideade que Menem va a ser el vencedor alienta el voto arrastre, el de que votan a ganador. Tampoco lo percibo. Tal vez haya entre un tres y un cinco por ciento de ciudadanos que podrían tener un comportamiento de ese estilo, pero no introducirá una sensible diferencia en lo que pasa. En verdad, debería asombrar que tras la enorme crisis, el deterioro de la legitimidad, el recuerdo de la estabilidad y las bajas expectativas que existen hoy, Menem tenga tan baja intención de voto. Significa que hoy la gente piensa en otra cosa: una sociedad más equitativa, más ética, legal, institucional.
–¿Cómo se explica que Kirchner encabece la intención de voto?
–Después del fracaso de la Alianza, hoy se cree que sólo el peronismo puede enfrentar la crisis y tiene experiencia de gestión. Dentro del PJ, Kirchner es el que más chances tiene de traccionar votos independientes, es el que muestra un perfil de mayores consensos y acuerdos. La gente no quiere el choque. Menem tiene mucho rechazo y Rodríguez Saá aparece con un estilo demasiado parecido al populismo tradicional. Insisto, Kirchner tiene mayores chances de traccionar a los independientes y, además hay mucha gente que cree que el peronismo debe renovarse. Kirchner aparece más renovador que Menem y Rodríguez Saá.
Para Römer, Elisa Carrió “hace rato que dejó de ser una candidata sólo urbana y tiene buena penetración en el Gran Buenos Aires. Le falta todavía captar votos en el interior del país y ahí está su debilidad”. Sobre Ricardo López Murphy la consultora considera que hará una buena elección, “pero en América latina no existe en la actualidad demasiado espacio para proyectos de centroderecha. El trata de correrse un poco al centro, pero está estigmatizado como de centroderecha. Igual, hará una buena votación y será la novedad de la elección” .