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El justicialismo no pudo resolver su interna. La elección del radicalismo terminó en un escándalo. Y en Catamarca hubo que suspender los comicios. A esos antecedentes se sumó ayer la explosión de una crisis institucional en la Unión Industrial Argentina, que exhibe problemas igualmente graves para elegir sus autoridades. La división está planteada entre quienes postulan a Alberto Alvarez Gaiani como presidente y quienes se oponen con firmeza, por considerarlo un abanderado del menemismo y de las multinacionales de la alimentación. Los primeros dieron ayer un paso importante. Llevaron el tema a votación en una reunión de la comisión directiva del Movimiento Industrial Nacional (MIN) y consiguieron imponerse. Eso dio lugar a una reacción indignada de las bases del MIN, que repudiaron los métodos de sus oponentes y advirtieron que acudirán a la Justicia. El riesgo de ruptura es considerable.
La tensión viene en aumento desde hace un par de semanas. Ayer era un día clave. La comisión directiva del MIN debía resolver si aceptaba el pedido de 23 cámaras fabriles (de un total de 35) de convocar a una asamblea general del movimiento para votar la aceptación o el rechazo de la candidatura de Alvarez Gaiani. La solicitud había sido planteada la semana pasada por algunos de los integrantes de la propia CD, pero como el tema pasó a cuarto intermedio aquellas cámaras se autoconvocaron anteayer para insistir con el reclamo.
En la comisión directiva, que se supone representa a todo el MIN, las cosas son distintas. La mayoría respalda al dirigente de la alimentación. Héctor Massuh, actual presidente de la UIA y principal sostén de Alvarez Gaiani, lo sabía. Incluso, algunos sospechan que hace dos meses se movió para ubicar en la CD del MIN a empresarios que le responden, pensando en este momento. Lo cierto es que ayer la CD ignoró el pedido de convocatoria a una asamblea –volvió a dejar el tema en cuarto intermedio hasta pasado mañana– y dispuso que sus miembros votaran por el sí o por el no a Alvarez Gaiani. La elección terminó empatada en ocho. Federico Nicholson, titular de la CD, repitió su voto para desempatar, inclinando la balanza en favor del postulante.
Los perdedores, entre los que se encuentra el grupo Techint y las 23 cámaras que habían pedido la asamblea, pusieron el grito en el cielo. En primer lugar porque Nicholson, si bien forma parte del MIN, también es secretario de la Copal, la cámara de la alimentación que preside el mismo Alvarez Gaiani. Con lo cual, ese dirigente tiene un pie en el MIA y otro, a través de sus hombres, en el MIN. Otro dirigente de la Copal que integra la CD del MIN es Luis María Blaquier, del grupo Ledesma, que también votó por Alvarez Gaiani. Los restantes apoyos provinieron de Juan Carlos Sacco (gráfico, aliado a Massuh), Jorge Sorabilla (textil e hipermenemista), Silvio Simoneschi (metalúrgico), Juan Moravek (de los industriales de la Patagonia), Adriana Marino de González (de San Juan) y Martín Dedeu (minería).
Del otro lado quedaron Luis Betnaza (Techint), Juan Carlos Lascurain (metalúrgico), José Luis Coll (de Misiones), Horacio Martínez (naval), Adolfo Navajas Artaza (yerbatero), Carlos Carrera (de Santa Fe), Manfredo Arhein (metalúrgico) y Julio Massara (bonaerense). Este último dirigente es el secretario Pyme del gobierno de Duhalde. Había anticipado que votaría a Alvarez Gaiani, pero cuando el presidente de la Nación se enteró lo llamó al orden. Este sector emitió un durísimo comunicado anticipando que denunciará ante la Justicia que en la reunión de la CD del MIN de ayer se cometió “una clara violación de las normas estatutarias y legales”.
“El principal cuestionamiento –explicaron– es que un sector de la actual dirigencia del MIN ha adoptado una decisión carente de legitimidad, desoyendoel pedido de la mayoría de convocar a una asamblea de socios.” Según dicen en ese sector, finalmente se armarán dos listas y la UIA irá a elecciones. Del otro lado, en tanto, afirman que Alvarez Gaiani es virtualmente el nuevo presidente. Si ninguno cede, la crisis podría terminar en un cisma de la central fabril.