SOCIEDAD › CONZI VUELVE A HABLAR DE REVELACIONES DIVINAS Y PIDE PERICIAS
“No estoy loco y quiero demostrarlo”
Conzi dijo que “una voz divina” le reveló que es falsa una pericia sobre el arma con que mató a Schenone
Por Carlos Rodríguez
En su declaración ante el fiscal Mario Kohan, el empresario Horacio Conzi sostuvo que “una voz divina” le reveló que “es trucha” la pericia balística que determinó, sin lugar a dudas dentro de los límites de lo terrenal, que la pistola Pietro Beretta calibre 9 milímetros hallada en casa del imputado fue la que se usó para matar al joven Marcos Schenone. Hasta ayer, la defensa de Conzi no había solicitado que se realizaran nuevas pericias sobre el arma. Fuentes judiciales aclararon que “para justificar un pedido en ese sentido tendrán que exponer razones jurídicas y no sólo la fundamentación que dio el imputado”. El propio Conzi pidió también que se le hiciera un examen psiquiátrico y aseguró ante el fiscal: “No estoy loco y quiero demostrarlo”. En el caso de la pericia psicológica y psiquiátrica, el pedido será complacido porque así lo establecen las leyes procesales –artículo 64 del Código Procesal de la provincia de Buenos Aires– para todos aquellos que estén imputados por un delito cuya pena sea superior a los diez años. El “homicidio simple” que tiene entre las cuerdas a Conzi llega hasta los 25.
Todo lo relacionado con la identificación del arma se ha convertido en un tema controvertido, de acuerdo con lo que ha dicho en forma pública Fernando Burlando, uno de los defensores de Conzi. Fuentes cercanas a la investigación recordaron a Página/12 que en la causa “hay muchas pruebas, no sólo la del arma”. Cuando se hizo el allanamiento en la casa de los Conzi, los fiscales buscaban poder demostrar que los cinco proyectiles encontrados en el lugar del hecho habían sido disparados por una pistola Pietro Beretta. Cuatro de los plomos estaban dentro del remise Ford Galaxy en el que iban Schenone, Paula Alonso, Gisella Garavetta, Gustavo Pacheco y el chofer Rodolfo Fernández. El quinto proyectil fue extraído de una nalga del remisero. La sorpresa fue mayor cuando, en base a las pericias, se determinó que el arma usada “era, sin ninguna duda, la pistola que estaba en la habitación que ocupaba Horacio Conzi”.
Es extraña la historia de la pistola. Una fuente cercana a los Conzi le dijo a este diario que el entorno de Horacio estaba “absolutamente seguro” de que el arma “nunca iba a aparecer”. ¿Por qué apareció entonces? Una de las posibles razones es que los Conzi tenían seis pistolas de la misma marca. De ellas, sólo cuatro fueron halladas por los investigadores. Dos de las 9 milímetros encontradas tienen pedido de captura porque fueron robadas en el año 1999. Ese sería otra cuestión por investigar.
Las fuentes recordaron que las pericias fueron realizadas por “los mejores expertos con los que cuenta la Justicia de la provincia de Buenos Aires”. Es cierto que Burlando, por la condición de prófugo en la que estaba Conzi, no pudo supervisar personalmente la prueba ni designar perito de parte porque en ese momento no era reconocido como defensor. A los efectos legales el fugitivo fue representado por la defensora oficial María Gómez, quien no opuso objeción al resultado del trabajo realizado por el Cuerpo Pericial de la policía. Por supuesto que los defensores de Conzi pueden pedir una nueva pericia balística, pero antes “tendrán que dar las razones jurídicas y todavía no lo han hecho”.
Una fuente judicial recordó, de todos modos, que la pericia “demostró sin lugar a dudas que cuatro de los cinco proyectiles habían sido disparados por la pistola hallada en la habitación de Conzi”. En el quinto caso, por la mala calidad del proyectil, “no se pudo determinar con absoluta precisión, pero también fue positivo el reconocimiento”. Además, habría que recordar que se trata de balas con características especiales, ya que están ahuecadas atrás. Proyectiles similares fueron hallados en la casa de los Conzi, junto con la pistola, y están incorporados a la causa.
En cuanto a la pericia psiquiátrica, nadie puede adelantar nada acerca de la salud mental de Horacio Conzi. “Ahora asegura ser la reencarnación de Jesús y se la pasa citando a la Biblia, pero hay que ver si eso es o no un signo de enfermedad. También hay que ver si antes de lo ocurrido teníala misma actitud”. Al parecer, sus “visiones místicas” vienen desde antes, ya que se dijo que estaba escribiendo un libro que trataba de refutar las escrituras religiosas y demostrar que Jesús, en realidad, era uno de los 12 Apóstoles. “La pericia tiene que hacerse porque lo marca la ley y hay que esperar el resultado”, insistió la fuente.
Otra de las coartadas expuestas por Conzi fue la decir que él estaba en el restaurante Dallas, con algunos amigos, a eso de las 3,30 de la madrugada del 16 de enero, cuando fue asesinado Schenone en la zona de Beccar. Sin embargo, mediante un sistema de rastreo de celulares –se haga o no un llamado– utilizado por la Policía Bonaerense, se habría establecido que al menos tres personas, los hermanos Conzi y Roberto “Roby” Halbinger, allegado al clan familiar, estuvieron a esa hora en las cercanías del escenario del crimen y no en Martínez, como ellos dicen. Los celulares, siempre que estén prendidos, pueden ser detectados por un sistema llamado VAIC, desarrollado por la policía bonaerense. Los abogados de Conzi van a desplegar toda su estrategia, pero tienen frente a sí una acusación muy firme, muy jurídica, para nada mística.