Roberto Iglesias fracasó en su intento por evitar el arrastre de la candidatura presidencial de Cristina Fernández en Mendoza. La Junta Electoral Nacional le rechazó ayer el pedido al radicalismo para que las boletas de las categorías nacionales fueran separadas de las categorías provinciales. El objetivo de la fórmula de la UCR, Iglesias-Juan Carlos Jaliff, era impedir que la elección nacional del 23 de octubre afecte sus chances de recuperar el poder en la provincia, actualmente en manos del peronismo. En declaraciones a la prensa local, Iglesias sostuvo que van a “acatar lo que decidió la Justicia” y no van a apelar.

El candidato a gobernador soñaba con un cuarto oscuro lleno de boletas a gobernador, vice y legisladores locales por un lado y a presidente, vice y diputados nacionales por el otro. En ese contexto, Iglesias estaba en mejores condiciones para alcanzar el 25 por ciento de corte de boleta que, según el resultado de las primarias, le haría falta para ganar la gobernación.

Sin embargo, en su resolución, la Junta Electoral dispuso “el uso de boletas unidas para los órdenes nacional y local, las que deberán encontrarse separadas entre sí por medio de líneas negras que posibiliten el doblez del papel y la separación inmediata por parte del elector o de los funcionarios encargados del escrutinio”. Entre sus argumentos, los magistrados consideraron que “el principio rector que ha de guiar al juzgado en cuestiones de esta naturaleza es el que procura asegurar en la mayor medida posible la expresión de la auténtica voluntad electoral del votante, evitando su confusión”.

Concluida esa vía, seguirán apostando a su popular jingle “cortá boleta, votalo a Iglesias”.