La presidenta Cristina Fernández de Kirchner regresó ayer a Buenos Aires tras haber pasado el fin de semana con su familia descansando en la Residencia Oficial de Chapadmalal, y se prepara para reasumir mañana al frente del Poder Ejecutivo tras la licencia por enfermedad que se tomó hace 20 días a causa de un tumor en su glándula tiroides. “Vuelve con todas las fuerzas”, anticipó el vice, Amado Boudou, ayer en un acto por entrega de viviendas en Coronel Suárez, rodeado de funcionarios de primera línea. “Somos el equipo de Cristina”, afirmó quien fue su reemplazante interino por casi tres semanas, en un encendido discurso en el que cargó contra los monopolios que se enriquecen “a costa de los 40 millones de argentinos.”

El regreso

Poco antes de las nueve de la noche, la Presidenta llegó a la Quinta de Olivos, donde transcurrió la mayor parte de su recuperación posoperatoria: la cuenta regresiva para su regreso a la función pública comenzará hoy cuando el médico Pedro Saco, quien estuvo a cargo de la cirugía, le haga una última revisación antes de darle el alta definitiva. Según fuentes gubernamentales, CFK se encuentra “en perfecto estado de salud” y con “el mejor de los ánimos” para retomar su labor.

Aunque no hay confirmaciones oficiales, se descuenta que la mandataria hará su reaparición mañana en un acto en Casa Rosada. “Se trata de un acto de gestión, no quería una ceremonia ni nada muy numeroso”, explican en el Gobierno. El anuncio o tema que se tocará no está definido, tampoco la lista de invitados, aunque se prevé la presencia en pleno del gabinete nacional. Algunos rumores indican que Fernández de Kirchner aprovechará la ocasión para abandonar el luto que la acompaña desde la muerte de Néstor Kirchner, en octubre de 2010, pero cerca de la Presidenta desestiman las versiones. “Puede ser que lo haga, ojo –advierten–, pero en ese caso es algo que sólo sabe ella y que no va a hacer público antes de que la vean.”

El equipo de Cristina

En tanto, Boudou llevó a cabo ayer el último acto público durante un interinato en el que mantuvo, tal como se había propuesto, su perfil bajo, aunque en un par de ocasiones se salió de ese libreto para marcar la línea del Gobierno, “tal como lo habría hecho Cristina”. La primera de ella fue por la cuestión Malvinas, la segunda, ayer, cuando atacó el rol de los monopolios, durante la entrega de 128 viviendas a habitantes de la localidad bonaerense de Coronel Suárez, respaldado por media docena de figuras relevantes de la administración kirchnerista.

“No nos molesta, nos pone contentos que haya quienes ganan plata, pero lo que no nos gusta y no vamos a tolerar es que sea a costa de un monopolio que tenga encerrados a todas las argentinas y a todos los argentinos”, desafió el vicepresidente a los sectores concentrados de poder económico. Lo acompañaban los ministros Julio de Vido (Planificación) y Débora Giorgi (Industria), más el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, el vicegobernador de la provincia, Gabriel Mariotto, y el secretario General de Presidencia, Oscar Parrilli.

“Acá estamos, somos el equipo de la Presidenta –se encolumnó Boudou–. Por instrucción de la Presidenta, en la trinchera, peleando del lado de los 40 millones de argentinos, para que no sean unos pocos los que se quedan con el esfuerzo de todos.” Más tarde reforzó la idea: “Todas y cada una de las políticas” llevadas adelante por este Gobierno “tienden a la igualdad de derechos y a la igualdad de oportunidades”, insistió. En el que fue su último acto público antes del regreso de CFK, Boudou entregó casi 300 viviendas y decodificadores de Tele-

visión Digital Abierta además de inaugurar la transmisión de esa señal para la zona y partidos circundantes y una obra energética en un parque industrial.