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Decidido a morigerar el impacto de la devaluación, el Gobierno pondrá en marcha en las próximas horas una comisión que se encargará de realizar un seguimiento de los precios de primera necesidad. Así se acordó ayer durante una reunión del gabinete social, en el que predominó el temor por la posibilidad de desbordes sociales.
En la reunión participaron Eduardo y Chiche Duhalde –quien en las próximas horas anunciará a la nueva ministra de Desarrollo Humano– y los ministros Atanasof; Rodolfo Gabrielli (Interior); Ginés González García (Salud), Giannettasio (Educación) el jefe de Gabinete Jorge Capitanich y el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández.
Estuvieron también los interventores del PAMI, José Corchuelo Blasco, del Anmat, Manuel Linares, de la Anses, Sergio Maffa, y de Aduanas, Mario das Neves, entre otros.
“Estamos preocupados por utilizar los instrumentos a nuestro alcance, trabajando en conjunto con las asociaciones de consumidores –y otras organizaciones no gubernamentales– para que los precios no se disparen”, señaló Capitanich.
El jefe de Gabinete, durante una conferencia de prensa realizada en la Residencia de Olivos, sostuvo que “la estabilidad en el tipo de cambio debería traducirse en estabilidad de precios” y en ese marco vaticinó que “los aumentos registrados en algunos productos podrían inclusive retrotraerse”.
El martes los ministros José Ignacio de Mendiguren, de Producción, y Rodolfo Gabrielli, de Interior, se reunieron con los principales supermercadistas del país para escuchar sus demandas pero también para pedirles que no haya nuevas remarcaciones. Más aún, sugirieron que de otro modo se produciría una espiral hiperflacionaria ya que ellos se verían en la obligación de rediscutir el salario mínimo, vital y móvil, congelado hace años en los 200 pesos.
El clima no es el mejor. Y en el Gobierno no sólo lo perciben en la calle sino también en informes y estadísticas que circulan en la Casa Rosada. Uno de ellos detalla el incremento de episodios delictivos. Otro, que prefirieron no hacer público, habla de la posibilidad de nuevos estallidos sociales, amén de los cacerolazos porteños que están a la orden del día. De hecho, ayer mismo hubo un intento de saqueo en Córdoba (ver información aparte).
El distrito más castigado, la provincia de Buenos Aires, también está al rojo vivo. Pero se trata del distrito de Eduardo Duhalde y estiman que, justamente por ello, será “contenido” ya que, de lo contrario, las responsabilidades recaerán indefectiblemente sobre el Presidente (ver asimismo página 11).
En ese sentido, en algunas localidades bonaerenses ya comenzaron a distribuirse los subsidios del programa jefe y jefas de familia ideado por Hilda “Chiche” Duhalde y el ministro de Trabajo, Alfredo Atanasof.
Para obtener más recursos, el Gobierno insistirá mañana con la reforma política, con la intención de que la reducción de gastos propiciada por Duhalde sea realmente imitada por los gobernadores.
Pero los problemas que analizaron en Olivos no fueron únicamente la remarcación de precios y la falta de empleo. Capitanich también hizo hincapié en la falta de medicamentos en hospitales públicos y la crisis del PAMI, lo que aceleraría la convocatoria a la emergencia sanitaria.