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“A nosotros nos avergonzó que el Presidente no haya recibido a Amnistía Internacional”, aseguró Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora. “Por ahí tiene miedo que le digan algunas cosas que venimos repitiendo hace tiempo sobre la impunidad, la injusticia económica y el gatillo fácil”, expresó José De Lucca, del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos. Los organismos de derechos humanos locales no sólo criticaron a Eduardo Duhalde por desairar a la delegación de Amnistía, sino que también coincidieron en el diagnóstico de la agrupación: Argentina está ante una crisis que involucra grandes violaciones a los derechos humanos.
“El Presidente debió haberlos recibido, pero lo más grave es que hay una falta de políticas y posiciones sobre derechos humanos de parte del Gobierno. Coincidimos en que una de las consecuencias de la crisis es una múltiple violación a los derechos humanos”, aseguró Víctor Abramovich, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
La mayoría de los organismos de derechos humanos no se sorprendió por la falta de interés del Duhalde. “Fue el vicepresidente de Carlos Menem y no tendría por qué cambiar y dar respuesta a lo que no dio en diez años. Además, fue el patrón de la maldita policía”, afirmó Cintia Castro, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
Cortiñas respaldó las presentaciones acerca de la situación del país y los casos individuales hechas por Amnistía, en su mayoría denunciadas aquí por las agrupaciones locales. “Vemos que hay un aparato represivo funcionando con amedrentamientos contra toda expresión de protesta. Hoy (por ayer) detuvieron a militantes del Frenapo (Frente Nacional contra la Pobreza) en Corrientes y hace dos días en un supuesto desalojo de un compañero llegó la Infantería y rompió todo”, dijo la madre de Plaza de Mayo. La dirigente resaltó que el organismo internacional reclamó, tal como se hace en Argentina desde hace tiempo, que se cumpla con los pactos internacionales y que se juzgue, aquí o en el exterior, a los responsables de desapariciones, secuestros y torturas durante la última dictadura.
“Va a haber una represión cada vez mayor y los organismos de derechos humanos vamos a tener que bailar la cueca y la zamba. La visita de Amnistía muestra la gravedad de la crisis argentina y la repercusión que tiene a nivel mundial. Cuando se descarta a un sector de la población y la vida no importa, no importa tampoco la educación, ni el trabajo, la salud o la vivienda”, afirmó el pastor De Lucca.
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), como varias organizaciones locales, se reunió con la delegación internacional para conversar sobre los problemas que no fueron respondidos por el Gobierno. “Duhalde ha tenido una actitud histórica de marginación con los organismos, siendo gobernador no nos recibió a la APDH. Sólo nos entrevistamos con él en su momento de mayor debilidad, al asumir”, afirmó Horacio Ravenna, vicepresidente de la agrupación.
Cortiñas contrastó la posición hacia Amnistía con el llamado a la mesa de diálogo, que los organismos rechazaron luego de las medidas económicas que licuaron las deudas de grandes empresas. “Si quieren escuchar a todos, por qué no a una institución tan seria como ésa”, argumentó.