El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, afirmó que no mantuvo “ninguna reunión personal” con el juez Javier Cosentino “una vez que el 15 de julio de 2010” el magistrado dictó la quiebra de la empresa Ciccone Calcográfica. Echegaray desmintió haber tenido esa reunión, como publicaron ayer algunos medios. El funcionario, a través de un comunicado, expresó que “el relato construido” por la prensa “es inexacto” y que debería ser rectificado. En ese contexto, salió al cruce del juez de la quiebra, que calificó de “llamativa” la intervención de la AFIP: para Echegaray “no debe ser llamativo que las máximas autoridades del organismo, el administrador federal y los directores de la Dirección General Impositiva, Dirección General de Aduanas y Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social mantengan reuniones con jueces y funcionarios judiciales” ya que “esta interacción constituye una tarea normal y habitual que forma parte del rol de la función pública y que constituye una elemento más que permite a los funcionarios cumplir acabadamente con sus deberes, entre ellos asegurar la recaudación para que el Estado pueda llevar adelante sus políticas públicas”.