La vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, salió ayer a rechazar el pedido del secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, para que Mauricio Macri designe a un representante que retome las negociaciones por el traspaso del subte a la Ciudad de Buenos Aires. “Valoro que haya actitud de diálogo, pero no es ésta la convocatoria que estamos esperando”, dijo Vidal, en tono conciliador. Sin embargo, advirtió que si no hay una reunión entre Macri y Cristina Fernández seguirán el conflicto por el camino judicial. Otros referentes del PRO se mostraron furiosos por el planteo de Ramos: “Si la Presidenta puede atender a Lola Ponce en 48 horas, es una vergüenza que no se reúna con Mauricio, que le viene pidiendo una reunión hace meses”, sentenció el dirigente macrista.

La conferencia de prensa de Ramos no movió ni un milímetro la postura planteada por Macri la semana pasada. En su presentación, Ramos reveló los reiterados pedidos al Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad para reiniciar las conversaciones, luego de la sanción de la ley en el Congreso nacional. Además, desmintió las denuncias de “falta de diálogo” y detalló que desde el Ejecutivo nacional venían comunicándose con Juan Pablo Piccardo, a cargo de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase).

“Lo que hay que resolver sobre el traspaso del subte no es una cuestión técnica, sino política, que debe acordarse entre quienes fueron elegidos por la gente: la Presidenta de la Nación y el jefe de Gobierno”, insistió ayer Vidal, en sintonía con el planteo hecho por Macri la semana pasada. Además, la vicejefa buscó dejar de lado la ley aprobada por el Congreso y reiteró que se debe acordar “un traspaso como marca la Constitución nacional, con recursos que garanticen que la gente viaje mejor y con la aprobación de la Legislatura porteña”. En verdad, el procurador adjunto de la Ciudad, Carlos Tambussi, argumentó a principios de enero en favor del aumento del 127 por ciento de la tarifa que dispuso Macri que no hacía falta intervención de la Legislatura, ya que “no hay un acto nuevo o extraño que pueda resultar violatorio a la disposición constitucional”.

En la misma línea, un alto funcionario porteño señaló que “Ramos debería saber que la Legislatura también votó una ley y una declaración que ratifica que el traspaso solo debe hacerse con recursos y tras la aceptación parlamentaria de esa transferencia”. Lo cierto es que los legisladores aprobaron la semana pasada un proyecto de declaración, y no de ley, en el que se reclama el envío del acta-acuerdo a la Legislatura, se ratifica en que todo traspaso de competencias debe realizarse con recursos y que para su validez debe ser tratado por el Parlamento porteño. La única ley sancionada a nivel local por este tema es del 2000, cuando se facultó al Ministerio de Economía y de Obras y Servicios Públicos, “a realizar los actos necesarios para transferir la fiscalización y control de dicho contrato a favor de la Ciudad de Buenos Aires”.

“Nunca lo vi tan firme y enojado a Mauricio. Hace años que estamos tratando de hacer cosas en conjunto y siempre nos ponen palos en la rueda. Esto no es de ahora, es una película. Y si ahora María Eugenia salió a decir esto es porque Mauricio la llamó y le pidió que lo hiciera”, relató un referente macrista.

Vidal advirtió que “si no hay diálogo directo” entre Macri y Fernández, “será por la vía judicial” que se resolverá el traspaso. En el PRO insisten en que encima de la ley del Congreso está la Constitución nacional y que ella establece que el traspaso de competencias debe hacerse con los recursos correspondientes.