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Los trabajadores del subterráneo protagonizaron ayer una nueva jornada de paro, desde las 19 hasta las 23, en reclamo de la apertura de negociaciones en pos de aumentos salariales y mejoras en las condiciones de trabajo. En los hechos la paralización del servicio se prolongó hasta el cierre del horario habitual, por lo cual recién hoy vuelven a funcionar las formaciones. “Estamos exigiendo la apertura de las paritarias porque Metrovías aprovecha esta situación de indefinición para sacar rédito económico, mientras los gobiernos nacional y de la Ciudad se hacen los de-sentendidos y le siguen garantizando el negocio”, dijo el delegado de la línea B, Claudio Dellecarbonara.

El representante gremial salió a aclarar que el paro no fue sólo contra el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, como había declarado a primera hora Roberto Pianelli, secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (Agtsyp). En una entrevista radial le habían preguntado si el paro era contra Macri, y primero Pianelli respondió que no, que la medida se hacía “para sentarnos en paritarias”. Pero enseguida se sinceró y aseguró: “La verdad que sí, es contra Macri y la empresa Metrovías”. Según describió el dirigente “hace dos meses que estamos intentando sentarnos a discutir y no hay forma, uno siempre espera hasta último momento que haya algún llamado para sentarnos a discutir, no hay otra forma de protestar porque ya se hicieron otras medidas como la apertura de molinetes en distintas franjas horarias y todo está empeorando”.

En tanto, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, le replicó a Pianelli que “si tiene que hacer algún reclamo se lo haga al gobierno nacional, porque hoy la concesión (del subte) se la da el Estado nacional en un contrato a la empresa Metrovías y este delegado, que está dejando a la gente sin viajar, lo sabe de memoria, por eso creo que acá mete la cola la política”.

Por su parte, la empresa Metrovías acusó al cuerpo de delegados de “romper la paz social y afectar un servicio de transporte vital para la ciudad de Buenos Aires”. Señaló que ante “el intento de establecer un cronograma de emergencia” los delegados “impidieron la salida de las formaciones” y que este hecho fue denunciado ante el Ministerio de Trabajo. Además, resaltó que la medida de fuerza se produjo “en el marco de la conciliación obligatoria dictada el 12 de abril por el Ministerio de Trabajo”.

Las asambleas de las diferentes líneas podrían decidir un paro de 24 horas para la semana próxima.