EL PAíS
Menem desafió a Kirchner a debatir por televisión
En medio de una feroz interna en su comando, el menemismo jugó una carta fuerte: desafió al santacruceño a debatir antes del ballottage. El kirchnerismo está analizando la propuesta.
Carlos Menem desafío ayer a Néstor Kirchner a enfrentarse a un debate televisivo el día que cierre la campaña para el ballottage. Menem es un histórico gambeteador de debates pero en esta ocasión, con todas las encuestas en contra, es una carta que decidió jugar. Si Kirchner respeta lo que decía hasta anteayer debería aceptar el desafío con lo que la Argentina tendrá al fin el primer debate presidencial de su historia. El jefe de campaña de Kirchner, Alberto Fernández, explicó que no habían recibido ninguna comunicación de parte del menemismo por lo que la posibilidad aún no había sido evaluada. “Cuando un canal de televisión quiso organizar el debate antes de la elección, Menem dijo que no porque pensaba que ganaba en la primera vuelta. Que ahora quiera hacerlo es una clara señal de que está perdiendo”, agregó.
El menemismo está sumergido en una fuerte crisis interna pero con lo que queda en pie le alcanza para lanzar desafíos. Lo del debate televisivo fue una posibilidad que ayer se decidió en unas horas, luego de que Menem estudiara con su entorno distintas estrategias que le permitan revertir la abrumadora tendencia de marcan las encuestas (ver pág. 3). En un toque de originalidad en el menemismo proponían que el moderador del debate fuera Ricardo López Murphy. El candidato de Recrear –que el domingo terminó tercero con el 16,3 por ciento de los votos– viene insistiendo en que quiere un debate entre Menem y Kirchner para resolver su apoyo por alguno de los dos.
El lunes, en un reportaje a Página/12, Kirchner respondió así sobre la posibilidad de debatir con Menem: “En la democracia uno no tiene que dejar de tener una clara vocación participativa: si tengo que debatir con el pasado, lo haré. No tengo problemas. La gente tiene absolutamente claro lo que representa cada uno pero soy un hombre de la democracia y estoy dispuesto a cualquier escenario”. Con todo, en esa entrevista Kirchner recogía también la respuesta que dio Elisa Carrió cuando le hicieron una consulta por el estilo: ella dijo que no debatía con ladrones.
Ayer, una vez planteada la cuestión, cerca del santacruceño no estaban muy seguros de la respuesta más conveniente. Un poco por la bronca que Menem ahora planteara lo que antes había negado y otro poco porque la costumbre autóctona es que quien marcha al frente de las encuestas rechaza el debate. En ese sentido, Menem hizo escuela al eludir el primer enfrentamiento con Eduardo Angeloz en el ‘89 –el radical hizo luego un spot aludiendo a “la silla vacía– y luego con José Octavio Bordón en el ‘95. “Kirchner está ocupado con cosas más importantes”, respondió anoche su vocero. En el comando de campaña kirchnerista esperaban una evaluación acerca del interés de la gente en presenciar el debate antes de ponerse a pensar en serio sobre la postura a tomar.
A la discusión sobre el debate se sumó otra más sobre la posibilidad de que Menem desista de presentarse al ballottage, con lo que quedó claro que la guerra de nervios entre los dos comandos de campaña está lanzada. Lo de la deserción de Menem fue lanzado ayer por el diputado del PJ bonaerense, Daniel Basile, quien dijo que eran versiones que salían del Hotel Presidente, donde se aloja el riojano. Cuando le pidieron que especificara quién había lanzado esa posibilidad, agregó: “Averigüen por el lado de Bauzá”, quien el lunes renunció a la conducción de la campaña menemista. Desde el entorno del ex presidente ridiculizaron la versión.