Después del silencio oficial de anteayer, tres voces centrales del kirchnerismo salieron ayer a cuestionar el acto realizado en Plaza de Mayo por el líder de los camioneros, Hugo Moyano. El vicepresidente, Amado Boudou; el jefe de la bancada kirchnerista de Diputados, Agustín Rossi, y el senador Aníbal Fernández criticaron en duros términos el paro y la movilización del miércoles en reclamo de aumentar el mínimo no imponible de Ganancias. “Lo que se intentó con toda claridad fue extorsionar y usar de rehenes a los argentinos: con el tema de los transportes de caudales, con el sector camioneros”, sentenció Boudou.

Tras las críticas de la presidenta Cristina Fernández antes de la realización del acto, desde el Gobierno prefirieron evitar la confrontación directa con Moyano durante la jornada del paro y la manifestación. Sin embargo, ayer salieron a responderle tres referentes del oficialismo.

Al ingresar a la Biblioteca del Congreso, donde presentó un libro editado por la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), uno de los gremios enfrentados al secretario general de la CGT, Boudou criticó el discurso de Moyano en Plaza de Mayo al asegurar que “estuvo fuera de lugar” por sus expresiones “hacia la democracia y hacia la Presidenta”. El vicepresidente sostuvo que se trató de “fuegos de artificio” y de un planteo “eminentemente político, que ya no se entiende muy claramente a qué sectores representa”. De esta manera, el oficialismo desestimó el reclamo gremial por el aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, que pagan aquellos trabajadores en blanco que cobran un sueldo neto superior a 5800 pesos, en el caso de los solteros, y a 7900 en el caso de los casados con hijos.

“Hemos tenido un reclamo sectorial, de camioneros, que se presentó formalmente como una cuestión de la paritaria y después quedó desenmascarado que fue un planteo político de un sector”, insistió Boudou y agregó que “fue un sector muy minoritario, el conjunto de los trabajadores está acompañando este modelo”.

En el mismo sentido se expresó el titular del bloque de diputados del FpV. Rossi sostuvo que la movilización hacia Plaza de Mayo fue más pequeña que la esperada por los propios organizadores y que el discurso político de Moyano estuvo “lleno de calificaciones y de chicanas, con ausencia de argumentos”. “Es inentendible que alguien, desde el mundo del trabajo, decida hacerle un paro con movilización a un gobierno que, entre otras cosas, ha generado cinco millones de puestos de trabajo, ha bajado la desocupación a alrededor del siete por ciento, ha tenido y tiene políticas activas para los trabajadores durante todo este tiempo”, dijo.

Con su estilo característico, Aníbal Fernández aseguró que la medida de fuerza “sólo atiende a las miserables apetencias particulares de un dirigente que ha trocado de ambicioso a angurriento”. El ex jefe de Gabinete consideró que el paro fue “tan estéril como innecesario”, ya que si el objetivo era zanjar cuestiones políticas, “lo que hay que hacer es formar un partido, presentarse en las elecciones y ganar, si le da el cuero”.

Desde el kirchnerismo insisten en la cuestión política y consideran que no se trata de un reclamo por cuestiones salariales, sino de una puja por la elección del nuevo secretario general de la CGT, convocada por el moyanismo para el 12 de julio y rechazada por 19 de los 35 gremios que integran el Consejo Directivo de la central obrera. Esos gremios, entre los que se encuentran los sectores de los Gordos y de los independientes, también cuestionaron las medidas tomadas por el camionero.