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Las elecciones porteñas serán en agosto y el mismo día se elegirán jefe y vicejefe de Gobierno y legisladores locales y nacionales. Los avatares del proceso electoral suspendido por la jueza federal María Servini de Cubría fueron discutidos ayer en la Casa Rosada por Aníbal Ibarra y el presidente Eduardo Duhalde. Luego, el vocero presidencial Luis Verdi hizo el anuncio oficial: “Una vez que Ibarra establezca la fecha para las nuevas elecciones, el Ejecutivo nacional sacará el decreto disponiendo para la misma fecha la elección a diputados nacionales por la ciudad”.
Ibarra y Duhalde se encontraron en el despacho presidencial de la Casa de Gobierno. En esa reunión, el ex fiscal le comunicó a Duhalde que hoy anunciaría la fecha de la nueva elección en la Ciudad de Buenos Aires y le transmitió que consideraba una buena idea que los comicios para diputados nacionales se realizaran el mismo día. “Se trata fundamentalmente de no generar irritación en la sociedad al separar elecciones que naturalmente tenían que ser juntas. No queremos que la gente piense que, como los políticos se pelean, hay que hacer las elecciones dos veces y generar mayores costos de campaña, cuando lo que se pretende es relegitimar la política”, señalaron desde el Gobierno de la Ciudad.
Con esta nueva convocatoria, las presentaciones hechas anteriormente quedarán sin efecto. Alianzas y listas deberán oficializarse ante la Justicia electoral y podrán agregarse nuevos candidatos. La fecha que en el Gobierno de la Ciudad calificaban ayer como “ideal” para las elecciones locales es el 10 de agosto. Pero presenta una dificultad. Se trata del Día del Niño y, por ejemplo, habría que suspender ese día todos los espectáculos infantiles de Buenos Aires. El 17 es otra posibilidad, pero el fin de semana largo hace que no sea lo más deseable. Por la noche, no se descartaba que los comicios se fijaran para fin de mes e incluso para la primera semana de setiembre. No evaluaban, como lo hacían en el gobierno nacional, la unificación con las elecciones de la provincia de Buenos Aires, que se realizarán el 14 de setiembre.
Ibarra había dispuesto el 8 de junio como fecha para la votación de las autoridades porteñas. Aunque su mandato vence en diciembre, prefirió adelantar los comicios para dificultar la instalación del resto de los candidatos y favorecer la polarización con su principal adversario, el empresario Mauricio Macri. El Poder Ejecutivo nacional estableció que el mismo día se eligieran diputados nacionales.
La convocatoria de Ibarra fue convalidada por el Tribunal Superior de la ciudad, pero el peronismo porteño –que está presidido por el titular de la SIDE, Miguel Angel Toma– se quejó ante la jueza María Servini de Cubría con el argumento de que la simultaneidad de elecciones generaba “confusión” porque no quedaba claro ante quién había que oficializar la lista de los candidatos ni si los comicios serían conducidos por la Justicia nacional o la porteña. La magistrada hizo lugar a la presentación y suspendió las elecciones. El jefe de Gobierno argumentó que la decisión atentaba contra la autonomía de la ciudad y el conflicto fue a parar a la Corte Suprema. El martes pasado los supremos ratificaron la postergación de las elecciones y reconocieron la competencia de Servini de Cubría, quien supervisará los comicios. Luego del revés en el máximo tribunal, Ibarra evaluó la posibilidad de mantener la fecha original pero despegarla de las elecciones a diputados nacionales. Finalmente, decidió hacer una nueva convocatoria.