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“Después de ser Papa es difícil volver a ser cura. Lo mío es una presidencia constante, si no nada.” Su inminente renuncia a la carrera presidencial permite reflotar aquella frase que Carlos Menem repitió en diciembre de 1999, días después de entregar el mando a Fernando de la Rúa. Pero las cosas cambiaron poco después. En julio de 2001, los días de presidiario en la quinta de Don Torcuato le hicieron revisar su postura y aceptó ir como candidato a senador suplente, detrás de su hermano Eduardo, en las elecciones legislativas de 2001. En ese momento la candidatura se planteó como una llave para su liberación pero hoy es la puerta para ingresar en la Cámara alta y ocupar esa banca hasta el 2005.
Si los porcentajes de cupo femenino lo permiten, el ex presidente podría asumir también en reemplazo de Ada Maza, segunda senadora por el PJ riojano y hermana del actual gobernador. Maza obtuvo su banca en 2001 junto con Eduardo Menem y en el sorteo por la duración de los mandatos ambos obtuvieron la banca por cuatro años. Es decir, hasta fines de 2005 y por más de la mitad del próximo período presidencial.
Menem había conseguido su suplencia el 14 de octubre de 2001 cuando todavía estaba cumpliendo la prisión preventiva en Don Torcuato, procesado en la causa por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. La habilitación llegó de parte del juez federal riojano Enrique Chumbita, quien consideró inconstitucional la prohibición de que los detenidos sean candidatos establecida en el Código Nacional Electoral. Finalmente, los fueros no le hicieron falta para quedar libre y una decisión de la Corte lo benefició junto a Emir Yoma.
A pesar de su afirmación de que no volvería a ser cura después de haber sido Papa, una vez obtenida la suplencia Menem no se cansó de recordarla: “Soy senador suplente, pero soy senador al fin”, repitió en más de una ocasión antes de comenzar la campaña por la presidencia. Y ahora, si quisiera, podría obtener la titularidad en cualquier momento.