EL PAíS
Para la oposición sería romper las reglas de juego
Con matices, los representantes de las principales fuerzas opositoras cuestionaron ayer la posibilidad de que Carlos Menem no se presente al ballottage del próximo domingo. Aseguraron que no contribuiría al fortalecimiento institucional y que socavaría la legitimidad del gobierno de Néstor Kirchner.
- Rafael “Balito” Romá, jefe de campaña del ARI:
“Si se concreta, la decisión de Menem es muy grave desde el punto de vista institucional, ya que implica romper con las reglas del juego de la elección del 27 de abril, que él avaló con su presencia. Desde el punto de vista de la legitimidad de origen también es una dificultad, ya que el próximo presidente asumiría con pocos votos. Lo que más me preocupa, si se concreta la renuncia, es si fue una decisión tomada en soledad o si fue avalada por los factores de poder que integran el menemismo. Si es así, si fue una decisión adoptada con ese respaldo, es muy preocupante. A ellos les conviene un gobierno débil, que es más fácil de controlar y condicionar a través de las presiones. A Kirchner le va a quedar entonces la legitimidad de gestión, poner en el centro de su gobierno la agenda de la gente, las reivindicaciones sociales. Si lo hace, lo vamos a acompañar responsablemente”.
- Carlos Balter, jefe de campaña de Ricardo López Murphy:
“Nuestra postura ha sido siempre la de subrayar que esta elección es una alquimia digitada desde el Gobierno. Todos somos víctimas de pelea entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde. Se han utilizado las instituciones para resolver la interna del peronismo y se violó claramente el espíritu de la Constitución nacional, en el sentido de que se presenten fórmulas de dos fuerzas políticas diferentes al ballottage. Esto no se dio por el modo en el que el Gobierno condujo el proceso electoral, y ahora nos encontramos ante la posibilidad de que asuma un presidente con sólo el 22 por ciento de los votos. Cuando la Constitución establece que para ganar en primera vuelta el candidato debe obtener más del 45 por ciento o el 40 y una diferencia de diez, apunta a generar una mayoría fuerte que lo respalde una vez que asume el gobierno. Si Menem se baja, Kirchner asumiría con sólo el 22 por ciento de los votos, producto de una elección amañada para resolver la interna del peronismo. Es una situación compleja, y nosotros esperamos que Kirchner obtenga esa legitimidad a través de su acción y de su gestión”.
- Leopoldo Moreau, ex candidato presidencial de la UCR:
“Si se confirma, la decisión de Menem de bajarse del ballottage no sería lo ideal. Naturalmente, hubiera sido mejor que se llevara adelante la segunda vuelta, tal cual lo establece la Constitución. Pero, de todos modos ésta es una discusión ociosa, ya que los graves problemas de la Argentina persisten, con o sin Menem en carrera. Entonces, lo central es convocar a un gobierno de salvación nacional con todos los sectores, que excluya a los corruptos y los que defienden un modelo antiproductivista. Hay que lograr consensos en torno de cuatro o cinco temas, que se convertirían en políticas de Estado y que los partidos se comprometerían a apoyar en el Congreso. Esto no implica que nos vayamos a convertir en oficialistas ni reclamar cargos en el Gobierno, sino ponernos de acuerdo para superar la crisis”.
- Alfredo Bravo, ex candidato presidencial del Partido Socialista:
“La actitud de Menem, si finalmente declina su candidatura presidencial, correspondería a la personalidad de alguien que privilegió siempre sus intereses personales por encima de los de la sociedad y la Nación. Esta decisión lo inhibe para actuar como opositor dentro de las instituciones, por eso me preocupa lo que pueda hacer por afuera de las mismas. Debemos tener presente lo que sucedió el 27 por la noche, su enojo por elresultado, las disputas entre los miembros de su entorno y el efecto que en la sociedad causó la imagen de tantos personajes impresentables que celebraron el exiguo triunfo obtenido. Con su natural perversidad, Menem mantuvo como rehén a la sociedad argentina desde junio del año pasado y pretendió invalidar la memoria de un pueblo que lo identificaba con la entrega del patrimonio público, la corrupción desenfadada y la destrucción de la economía productiva”.
- Jorge Altamira, ex candidato presidencial del Partido Obrero:
“La posibilidad de que Menem renuncie al ballottage es un reconocimiento tardío del derrumbe de un personaje que ha gobernado la Argentina durante diez años, entregando el patrimonio nacional al imperialismo y sumergiendo al pueblo en la miseria y la desocupación. La renuncia demuestra también que el imperialismo y los grandes capitalistas se volcarán ahora hacia la candidatura de Kirchner, que ya se comprometió a salvar la gran banca, pagar hasta el último centavo de la deuda externa y mantener los salarios congelados, como ya lo anticipó Lavagna, futuro ministro de Economía del santacruceño. La evidencia de que el imperialismo estaba detrás de la candidatura de Kirchner impugna el planteo del centroizquierda de apoyarlo como mal menor, ya que en realidad se trata de una candidatura respaldada por el imperialismo”.