Cuatro días después del asesinato de un joven jujeño en el marco de un intento de toma de tierras en Humahuaca, su intendente, Roberto Lamas, se sumó a la responsabilización de la agrupación territorial Titi Guerra que habrían realizado otros funcionarios y organizaciones sociales, e insistió en vincular a ese colectivo con el liderado por la dirigente social Milagros Sala, la Tupac Amaru. Fuentes de la Tupac explicaron que Titi Guerra había sido excluida de la Red de Organizaciones Sociales de Jujuy por “manejos turbios que nada tienen que ver con el desempeño de esta red” hace poco menos de un mes. En tanto, la Justicia mantuvo bajo prisión a los tres sospechosos del asesinato de Luis Condorí, de 29 años, a quienes detuvo el viernes, y liberó a los casi 60 participantes del intento de toma.

Los hermanos Marco Antonio y Miguel Angel Guerra, máximos dirigentes de Titi Guerra, y Moisés Lavallén, otro integrante de esa agrupación, son quienes continúan detenidos por el homicidio. Mientras, fueron liberadas las otras 58 personas –48 hombres y diez mujeres– que habían sido detenidas tras la tentativa de usurpación. No obstante, la Justicia les confiscó unos 30 mil pesos que tenían en su poder, encontrados, según fuentes judiciales, durante las requisas que realizó la policía provincial tras el intento de toma. Quedaron, de todas maneras, imputadas en la causa por “usurpación de terrenos en grado de tentativa”.

“Los culpables (del crimen de Condorí) son integrantes de Titi Guerra”, dijo Lamas ayer, en tono de denuncia. E insistió con la supuesta vinculación política al hecho: “Se están metiendo algunas cuestiones políticas, algunas cuestiones personales, de grupos que persiguen otros intereses y que no tienen nada que ver con esta situación que vivió Humahuaca”.

Sin mencionar la crisis habitacional que vive la provincia –hace poco más de un año una toma generalizada de tierras en todo el territorio puso en jaque al gobierno local–, se sumó a la acusación que otros funcionarios, como el auditor general de la Nación Alejandro Nieva y el dirigente social Carlos “El Perro” Santillán realizaron a la dirigente de Tupac Amaru de estar detrás del intento de toma y de la muerte del joven guía turístico. En ese sentido, dijo contar con “fotos” y otras pruebas de “acciones” que “fueron concretando” la organización liderada por Sala y la que lideró la toma de unas cinco hectáreas ubicadas a la vera de la Ruta Nacional 9, en Humahuaca.

“Milagro Sala sale a decir por los medios (de comunicación) que ellos no están integrados pero, sin embargo, estamos viendo fotos y acciones que se fueron concretando (entre ambas agrupaciones) no en lejano tiempo”, enfatizó Lamas.

Desde la agrupación, apuntaron que “en forma democrática y por unanimidad” las organizaciones que integran la red de Organizaciones Sociales jujeñas –entre las que se incluye a la Tupac– decidieron “apartar” el pasado 23 de agosto a Titi Guerra, “producto de reiteradas conductas de indisciplina que nada tenían que ver con el espíritu de la red”. Entonces, el colectivo exigió a quienes vinculan directamente los hechos con Sala que “si les queda algo de moral, se abstengan de sacar réditos políticos de este tipo de desgracias”.

En tren de sospechas, Lamas reiteró ayer que había renunciado el jueves, tras el asesinato del joven, producto de la “coacción” de “unas personas que aprovecharon” el homicidio del guía turístico, mientras adujo que reasumió porque la Justicia apuntaba a integrantes de Titi Guerra por el crimen.

Por último, el jefe comunal buscó desligar a los gobiernos nacional y provincial del accionar del colectivo sospechado y aseguró que ambas administraciones “están brindando el apoyo necesario para que Humahuaca resurja”. “Tenemos permanentemente necesidades y, si no fuera por el gobierno provincial y nacional, no estaríamos vivos como municipio, como institución”, dijo.