EL PAíS › DOS TESTIGOS SEÑALARON A FAVALE Y SANCHEZ

Tiradores reconocidos

En el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra, un testigo reconoció al Payaso Sánchez como uno de los que disparó y otro a Cristian Favale.

 Por Irina Hauser

El tribunal tendrá que evaluar la acusación contra un testigo protegido.

“Me acuerdo de ese que está ahí”, dijo el testigo Alberto Mariano Esteche mientras señalaba a Gabriel “Payaso” Sánchez, sentado entre los acusados del juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra. Lo vio esconder algo debajo de la remera, recordó. No sabe exactamente si era un revólver, pero aclaró que era algo negro y su ademán no era el de guardar una billetera. Luego Esteche marcó a alguien más que le pareció que llevaba un arma, el dato más novedoso que introducía. Lo mostró en los videos: era Alejandro Benítez, un testigo protegido que declaró la semana pasada, y que las defensas aprovecharon para volver a cuestionar ayer y mostrarlo como posible tirador. Otro testigo, Néstor Osvaldo Miño, aseguró que vio disparar a Cristian Favale. Lo describió robusto, de espalda ancha, barba candado y remera azul. Contó que lo vio tirar dos veces desde el medio de la calle con el brazo extendido “a media altura, al cuerpo”.

Esteche no pertenece a la Unión Ferroviaria (UF) ni formaba parte de la protesta de los tercerizados del tren Roca en Barracas. Estaba ahí de casualidad el 20 de octubre de 2010, haciendo changas como albañil, junto con su hijo. Comían en una parrillita de Perdriel y Luján, cuando presenciaron el ataque de la patota del gremio. A un grupo lo identificó con banderas rojas, del Partido Obrero, y dijo que le llamó la atención que hubiera mujeres y niños. Al otro (de la UF), que asoció con la agresión, lo escuchó insultar y amenazar. Ante una pregunta de la fiscalía, los clasificó como “los buenos” y “los malos”, respectivamente, una clasificación que mantuvo toda la declaración. Ante los piedrazos, él se escondió detrás de un camión; su hijo, debajo. Contó que vio a Ferreyra agonizar, y que encontró “dos plomos” que le entregó a un policía.

Sánchez (ex guarda de tren) y Favale (barrabrava) son los dos acusados en el juicio de haber disparado. A Sánchez, Esteche lo reconoció desde el inicio de la causa. Ayer reiteró que llevaba remera negra, gorrita, anteojos y jeans, y que lo vio ubicarse detrás de un Volkswagen Polo verde y guardarse algo negro bajo la remera. También dijo que uno de los que amenazaba a los gritos tenía “cuello ortopédico”, en alusión a Jorge González, otro acusado. Y marcó a un tercer ferroviario que le parecía que tenía cierta voz de mando. Lo mostró en los videos, con remera a rayas. Era el testigo protegido Benítez. Dijo que le parecía que tenía un arma, que guardó en la cintura. El abogado de Sánchez, Gustavo D’Elía, se jactó de anotarse un poroto, ya que Esteche durante la instrucción de la causa lo había acusado de “tirar a matar”, y esta vez no dijo nada. Sí que oyó disparos. “Queda acreditado, además, que Benítez podría ser otro tirador”, añadió D’Elía.

Mario Fenzel, defensor de Pablo Díaz (acusado como coordinador de la patota), pidió que quede constancia de que Esteche había reconocido a Benítez en el video como miembro de la patota. “Discúlpeme, ¿cómo sabe que es el testigo protegido si nos hizo dos días de cuestionamientos (porque no podían acreditar que fuera él)?”, le retrucó el juez Horacio Días. ¿Va a retirar la nulidad que planteó?”, lo apuró.

El abogado del CELS, Maximiliano Medina –que representa a la mamá de Mariano– evaluó que la declaración de Esteche “confirma que hubo un ataque coordinado”, “un plan previo”, “con roles divididos entre los ferroviarios para cometer el homicidio”, y vuelve a señalar “a Sánchez, con un arma, ubicado en línea recta a Mariano”. Recordó que el propio Benítez se reconoció como parte del grupo de choque, donde lo convocó un delegado, y que es cierto que “no se descarta que haya habido más de dos tiradores”. Esto, según Medina, no desvirtúa la declaración de Benítez, que también comprometió a Díaz, a Favale y al número dos de la UF, Juan Carlos Fernández. El PO emitió un comunicado donde puso énfasis en que Benítez fue un testigo que acercó el intendente de Quilmes al Gobierno y que debería ser juzgado.

Otro testigo, Miño, un hombre de unos sesenta años de militancia reciente en el PO, relató el ataque como el de “un malón que se nos venía encima” y “metía miedo”. En su caso, dijo que se vio cara a cara con un hombre a quien vio efectuar dos disparos a unos 40 metros. Al ver la televisión advirtió que era Favale. “La policía –sostuvo– no hizo nada en ningún momento.”

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