El juez federal Ariel Lijo quedó al frente de la denuncia presentada por el Ministerio de Justicia a raíz de amenazas contra el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Por otra parte, el titular de esa cartera, Julio Alak, dijo que hay “elementos suficientes” para que avance la Justicia porque se detectó que hay “una organización mafiosa” detrás de lo ocurrido e insistió en que la causa penal no es contra quienes se manifestaron con cacerolas.

Lijo fue designado por sorteo en la Cámara Federal porteña luego de que el jueves se apartara el juez federal Norberto Oyarbide y ahora deberá resolver si se queda o no con el expediente. En caso afirmativo, el paso siguiente será llamar a ratificar la denuncia y posteriormente dar vista al fiscal Patricio Evers para que dictamine si corresponde o no impulsarla. La denuncia 10252-2012, caratulada “Alak, Julio César s/denuncia de amenazas”, fue presentada en base a la difusión, entre otros elementos, de una imagen de Moreno en un féretro y con un disparo en la frente, como parte del afiche que convocaba en las redes sociales a la protesta en la puerta de su casa.

En tal sentido, el ministro Alak manifestó que denunciaron “amenazas de muerte e intimidación, efectuadas por más de 30 blogueros, algunos no blogueros, partícipes de episodios similares porque se detectó una organización mafiosa detrás de esto, en contra de Moreno”. Alak detalló que se exhortaba a ir a “la casa de Moreno y la de su madre, a matar a Moreno, en forma clara y contundente”. Además manifestó su “repudio” a la “agresión que sufrió un magistrado de la Argentina. Creo que cualquier agresión a un funcionario público pretende evitar que cumpla el mandato constitucional”, dijo en relación con el juez federal Oyarbide, a quien también se le hizo un “cacerolazo”.

El funcionario enfatizó que “de ninguna manera la denuncia penal es contra los caceroleros. Este gobierno se ha caracterizado por no criminalizar la protesta social, hicimos la denuncia contra los que usaron la red social de una manera precisa, simultánea, organizada, mafiosa, para convocar a que se mate a un ciudadano y ha primado la prudencia y no ha pasado nada, pero no podemos cruzarnos de brazos esperando que ocurra una fatalidad”. Y sobre la posibilidad de que estos mensajes se traduzcan en hechos dijo: “Ha habido muchas tragedias, personas que han ido a matar a ídolos, personas importantes, un músico, porque sí, para trascender”.