EL PAíS › EL GOBIERNO CONFIRMO A GIACOMINO
EN LA FEDERAL, AUNQUE CAMBIA LA PLANA MAYOR
Jefe antiguo para una cúpula renovada
El anunciado cambio en el mando de la Federal incluyó la ratificación del jefe, Roberto Giacomino, aunque a plazo fijo: será hasta fin de año. Su segundo será Eduardo Prados. Casi toda la plana mayor será reemplazada en los próximos días. Y se revisarán los legajos de los 53 jefes de las comisarías porteñas. Las medidas fueron consensuadas entre Kirchner, Beliz e Ibarra.
Por Raúl Kollmann
El gobierno nacional hizo ayer con la Policía Federal una movida completamente distinta a la que realizó con el Ejército: pasó a retiro a diez de los doce integrantes de la plana mayor, pero dejó en su sitio al máximo jefe, Roberto Giacomino. En verdad, el Gobierno tenía decidido reemplazar a Giacomino y poner en su lugar a Eduardo Prados, un comisario-abogado cuya especialidad es la policía comunitaria. Sin embargo, a último momento se consideró que “la Policía no es como el Ejército: te pueden armar problemas y hay que tener en cuenta que Giacomino maneja la calle. No queremos que nos pase como con (Rubén) Santos, un hombre que venía de la Policía Científica y le armaron una enorme cantidad de maniobras y hechos violentos”, según relató a Página/12 una fuente intachable del Ejecutivo. De todas maneras, es un secreto a voces que Giacomino sólo quedará en el cargo hasta fin de año, y que la renovación policial empezará esta semana con el pase a retiro de la mayoría de los integrantes de la cúpula policial. Anoche se tomó también la decisión de revisar, uno por uno, los legajos de los 53 jefes de las comisarías porteñas.
La reunión decisiva para instrumentar los cambios en la Federal se realizó en la oficina del jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Estaban el ministro Gustavo Beliz, el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, los secretarios Norberto Quantín y Pablo Lanusse, y durante un tramo del encuentro se sumó el presidente Néstor Kirchner. El primer mandatario se concentró en señalar dos objetivos:
u Hay que concentrar toda la lucha contra el delito en la prevención.
u De ninguna manera debe criminalizarse la protesta social.
Los anuncios los hizo Beliz, junto a Ibarra, en la Casa de Gobierno. “Es un cambio profundo no traumático en la Policía Federal”, dijo. Y anticipó que en los próximos días habrá “profundas modificaciones” en las superintendencias, de las que se haría cargo un número importante de comisarios mayores. También señaló que se revisarán los legajos de los titulares de las 53 comisarías porteñas. Y que quedaría afuera de la fuerza “un número importante de comisarios generales”.
Respecto de quién debía ocupar el puesto de máximo jefe de la Federal, se le presentaron al Presidente dos alternativas. O bien la continuidad de Giacomino o su pase a retiro y la designación en el cargo de Prados. Lo que sí estaba claro es que se produciría una renovación del resto de la cúpula de la fuerza integrada por doce comisarios generales. De ellos, aproximadamente diez pasarán a retiro y la nueva plana mayor será designada a lo largo de esta semana.
Según dijeron fuentes del Ejecutivo, fue Ibarra el que más abogó a favor de la permanencia de Giacomino, argumentando que en los últimos meses bajaron los índices de delito en la Capital Federal. “Tiene un buen concepto”, sostuvieron otros participantes del encuentro, y el resto aceptó que la movida de dejar a Giacomino y cambiar al resto de la plana mayor constituía, según su óptica, “un cambio profundo y no traumático”.
Los diálogos fueron traducidos a un idioma más descarnado por otro integrante del Ejecutivo:
u Giacomino maneja la calle. Desplazarlo significaba abrirse un frente mucho más peligroso que el de los militares. Los policías te pueden armar hechos de resonancia.
u Ibarra cree que se han bajado los delitos en la Capital y no ve con malos ojos a Giacomino. Además, no considera que éste sea el mejor momento para provocar violentas rupturas en la situación.
u Prados era considerado el mejor candidato porque refleja más la policía que quiere el Gobierno: un especialista en policía comunitaria, en policía de proximidad con la población. Pero no maneja la calle.
u No se quería repetir la experiencia que se vivió con Santos. En el Gobierno dicen que “los comisarios de acción” le hicieron la vida imposible a Santos que, según ellos, era “un comisario de escritorio”. Nadie sabe si es verdad o no, pero en la Casa Rosada creen que le armaron fugas increíbles, robos asombrosos, violencia inusual en la represión y otras maniobras.
u La alternativa de pasar a retiro a los doce comisarios generales de la cúpula y poner de jefe a un comisario mayor fue descartada porque esa segunda línea no tiene una visión general de la policía. Cada uno conoce su especialidad, pero no el manejo total de la fuerza. La idea es promoverlos ahora a la plana mayor y después que den el salto.
u Para no correr riesgos se decidió mantener a Giacomino, pero sólo por un período de transición. La fecha señalada es la de fin de año. En 2004 habrá otro jefe, tal vez Prados, pero ya rodeado por los comisarios mayores ascendidos a la cúpula y con capacidad para responder a cualquier maniobra que quieran hacer los resentidos.
Con todos estos elementos en la balanza, el ministro Beliz y el jefe de Gobierno Ibarra salieron a hacer públicos los anuncios. Giacomino, un hombre que fue jefe de la custodia de Eduardo Duhalde y de Carlos Ruckauf, y que llegó al máximo cargo de la Federal por impulso de este último, retiene su puesto por seis meses más. “Sí, ya sabemos que pidió la vuelta de los edictos policiales y que habló varias veces de la necesidad de mano dura. Pero lo vamos a tener controlado y no será ésa la política que se va a aplicar. Acá hay vientos de cambio”, concluyó el hombre de la Rosada.