EL PAíS › REUNION DE KIRCHNER CON EL CAMIONERO MOYANO
La CGT disidente, contenta
La conducción de la CGT disidente visitó ayer al presidente Néstor Kirchner y mantuvo la misma tónica de todos los que en los últimos días pasaron por la Casa de Gobierno. “Vemos con satisfacción que maneja los mismos valores y principios que hemos defendido durante mucho tiempo”, destacó el judicial Julio Piumato y sostuvo que “por lo menos ha esbozado un programa nacional y popular”. El apoyo a la gestión del santacruceño no es un gesto político menor ya que la central sindical que conduce el camionero Hugo Moyano jugó fuerte a favor de la candidatura presidencial de Adolfo Rodríguez Saá.
La reunión entre la cúpula de la CGT disidente y Kirchner se desarrolló en el marco de las audiencias que el santacruceño viene manteniendo con representantes de distintos sectores sociales y gremiales. De hecho, antes de recibir a Moyano el santacruceño estuvo con el mercantil Armando Cavalieri, uno de los “gordos” de la CGT oficial.
El encuentro fue más bien una suerte de presentación formal de unos y otros y no sólo se conversó acerca de cuestiones sindicales. Kirchner, por ejemplo, se ganó el aplauso de los integrantes del consejo directivo de la CGT disidente cuando prometió que “vamos a terminar con la mayoría automática de la Corte” y explicó que su discurso de anteanoche por cadena nacional “no fue un acto espontáneo; hace rato que lo vengo meditando”. Piumato aseguró después que respaldarán a Kirchner en su cruzada contra los supremos para “renovar la constitución de un tribunal que no tiene la más absoluta credibilidad en el pueblo argentino”.
Entre los temas que se charlaron figuró el del PAMI. Los gremialistas pidieron que no se interrumpa con una intervención el proceso para su normalización. Kirchner no habló de eso, sino de “una profunda reestructuración”, pero dejó en claro hasta dónde piensa llegar. “No puede ser –se quejó– que un vivo, dos pícaros y cuatro atorrantes se apropien del PAMI.” El objetivo del santacruceño ahora está puesto en desplazar a los hombres que Luis Barrionuevo tiene en la conducción de la obra social de los jubilados.
Acerca de cuestiones gremiales, Kirchner abogó por la unidad de los trabajadores y de declaró partidario de “una CGT que forme parte del movimiento nacional”, aunque aclaró que “la disputa sindical deben resolverla los trabajadores”. Los disidentes, por su parte, le reclamaron el aumento de los sueldos y de las jubilaciones, la revisión de las leyes de flexibilidad laboral “que generó un ejército de desocupados” y de la legislación del sistema previsional para que “deje de ser un negocio de los grupos financieros”.
Piumato prometió que los disidentes “vamos a acompañar el objetivo de recuperar la identidad nacional” y agregó: “Le manifestamos al Presidente que en la medida que sea coherente y que levante estas mismas ideas y banderas que manifestó con determinadas medidas, el movimiento obrero iba a acompañar porque está en juego la grandeza de la Nación y la felicidad del pueblo argentino”.