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El represor Ricardo Miguel Cavallo subirá hoy o mañana en México al avión que lo llevará sin escalas ante el juez español Baltasar Garzón. El marino espera el momento en su celda, donde recibe comida especial porque padece de una gastritis crónica.
El secretario de Gobierno del Distrito Federal de México, Alejandro Encinas, aseguró que fue reforzada la vigilancia del reclusorio Oriente, donde está preso Cavallo. El funcionario también aportó a la prensa un informe completo sobre la salud del represor. “Se encuentra en buen estado de salud físico, salvo por un padecimiento de gastritis y por lo cual es revisado todos los días por el servicio médico del reclusorio. Todos los medicamentos y dieta que necesita por su enfermedad son proporcionados por las autoridades del reclusorio, con supervisión del director del lugar. Ningún medicamento, bebida o alimento del exterior le es autorizado”, afirmó Encinas.
Cavallo recibió a fines de la semana pasada la notificación de la decisión del gobierno mexicano de conceder su extradición a España. Días antes, la Corte Suprema de ese país resolvió que el represor podía ser juzgado en Madrid por genocidio y terrorismo. Cavallo presentó un escrito contra la resolución oficial que un juez de primera instancia rechazó ayer. Por lo tanto, se espera que el magistrado Alejandro Caballero Vértiz, del reclusorio oriente, notifique dentro de las 48 horas a la Cancillería que el marino está en condiciones de viajar para ser interrogado por Garzón. Fuentes judiciales estiman que el represor se subirá mañana al avión que sale del DF a Madrid a las nueve de la noche.
La embajadora española en México, Cristina Barrios, elogió la decisión de las autoridades aztecas. “Delitos como de los que se acusa al señor Cavallo tienen que tener una contestación adecuada, no pueden andar impunes por allí personajes como el señor Cavallo”, aseguró la diplomática.
El marino, miembro del grupo de tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada, fue detenido en Cancún el 24 de agosto de 2000, mientras intentaba escapar hacia Argentina luego de que el diario mexicano Reforma revelara su pasado. El represor vivía en México y era director del Registro Nacional de Vehículos (Renave) de ese país.
Cavallo será el primer represor argentino juzgado en España por los crímenes que cometió durante la última dictadura militar gracias a la autorización de la justicia de un tercer país. El antecedente más cercano fue el del dictador chileno Augusto Pinochet, quien fue arrestado en Londres. La Cámara de los Lores también consideró que era válido el principio de justicia universal, pero la extradición del dictador fue trabada por el gobierno británico.
En España, los abogados de la Asociación Pro Derechos Humanos de Madrid solicitarán a Garzón que reitere el pedido de extradición contra los 48 represores que fueron procesados a fines de 1999. El magistrado había solicitado su captura internacional pero el gobierno de Fernando de la Rúa impidió que fueran extraditados.