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La ministra de Seguridad, Nilda Garré, pasó a “servicio pasivo” a los efectivos de la Policía Federal condenados en el juicio por el asesinato del militante del PO Mariano Ferreyra. La sanción que cae sobre los comisarios Luis Mansilla, Jorge Ferreyra y Hugo Lompizano es la instancia previa a la desafectación completa de la fuerza policial. También se puso en “disponibilidad” a los tres efectivos que tuvieron condenas que no son de cumplimiento efectivo. “Asumimos el compromiso de ser inflexibles con policías que no cumplen su deber”, consideró Garré, y criticó “actitudes corporativas” que manchan “a los buenos policías de la institución”. Pablo Ferreyra, hermano de Mariano, celebró el “primer paso auspicioso” hacia “la exoneración de los policías que tuvieron complicidad absoluta con la patota que mató a Mariano”.

La ministra comunicó la determinación a Pablo Ferreyra, en una reunión de la que participaron los secretarios de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas, Cristina Caamaño; de Coordinación, Planeamiento y Formación, Gustavo Palmieri, y la directora del área de Justicia y Seguridad del CELS, Paula Litvachky.

Los policías condenados Mansilla, Ferreyra y Lompizano –10, 9 y 2 años de prisión, respectivamente– pasaron a “servicio pasivo”, situación que implica que perciban la mitad de sus sueldos y los pone al borde de la exoneración del cuerpo policial. Los policías Luis Alberto Echavarría, el principal Gastón Conti y el cabo David Villalba pasaron a “disponibilidad”.

“Este primer paso es auspicioso, con la intención de profundizar la investigación sobre los oficiales y buscar la exoneración de los policías que tuvieron complicidad absoluta con la patota que mató a Mariano”, festejó Pablo Ferreyra. Pidió “avanzar con una legislación normativa que sostenga la no represión, política que se viene llevando desde 2003”.