Vilma Socorro Martínez se despidió ayer, día de la independencia de su país, como embajadora de Estados Unidos en Buenos Aires. En el balance de casi cuatro años al frente de la misión norteamericana en Argentina, Martínez dijo que “se ha fortalecido la relación entre ambos países” desde que “llegué para promover la visión del presidente Barack Obama de afianzar un nuevo tipo de compromiso con el mundo, una política exterior basada en el crecimiento conjunto y la responsabilidad compartida”.

La fiesta del 4 de julio reunió a más de quinientos invitados en el Palacio Bosch, la residencia diplomática en la avenida Libertador. Por la mañana, la Cancillería había condecorado a la embajadora Martínez en una ceremonia oficial de despedida. Su anfitrión, el vicecanciller Eduardo Zuaín, agradeció a la norteamericana por “consolidar durante su gestión, a través de un diálogo constructivo y enriquecedor con las autoridades argentinas, una relación madura, sincera y diversificada”.

Ya en casa propia, la embajadora dijo que “hemos fortalecido la relación entre Argentina y Estados Unidos, identificando y colaborando en áreas de interés mutuo”, y destacó en particular la reciente visita del administrador de la NASA Charles Bolden, que se reunió con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el lanzamiento conjunto de un satélite. En la celebración de su fecha nacional, Martínez presentó al encargado de negocios Kevin Sullivan, que seguirá al frente de la misión hasta que Obama designe nuevo embajador. Es la segunda vez que Sullivan está en Buenos Aires, ya que en 1998 trabajó en el área económica de la embajada.

El secretario de Comercio Guillermo Moreno, invitado a la ceremonia, dijo que “la gestión de la embajadora Martínez fue muy buena” y que logró entablar con ella “una relación de respeto y amistad”. Respecto de la situación actual de EE.UU., Moreno dijo que “no hay duda de que ha salido fortalecido en la crisis, mejoró su competitividad gracias a la segunda revolución tecnológica y la mejora en el campo energético, por lo que su industria manufacturera resulta ahora más competitiva”. Estados Unidos es el cuarto comprador de productos argentinos en el mundo y el tercer inversor extranjero.

Durante la recepción, Moreno –que representaba al Gobierno como funcionario de mayor rango presente– tuvo un altercado con dos periodistas de Clarín que se acercaron a hacerle preguntas. “Mientras conversaba con empresarios, dos periodistas del diario Clarín me interrumpieron y les pedí que frenaran, pero no lo hicieron”, explicó Moreno. Esto es porque a “los empleados de (el CEO del grupo Clarín, Héctor) Magnetto les gusta ser prepotentes. Pero los empleados de jerarquía saben que Magnetto tiene las manos manchadas de sangre. Trabajan en una empresa que fue conseguida en una cámara de tortura y desde que publiqué el informe ‘Papel Prensa: La Verdad’ no lo pueden ignorar”.

También fueron invitados el ex presidente Fernando de la Rúa, el ex vicepresidente Julio Cobos, los intendentes Jorge Macri y Gustavo Posse, los legisladores Patricia Bullrich, Eduardo Amadeo, Carlos Brown, Ramón Puerta y Norma Morandini. Entre los empresarios estuvieron el CEO del Grupo Macro Jorge Brito; el presidente de Aeropuertos Argentina 2000, Edu-ardo Eurnekian; el CEO del Sheraton Pilar, Gustavo Cinosi, y el presidente de la CAME, Osvaldo Cornide.