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Por Irina Hauser y Victoria Ginzberg

La Corte Suprema busca enviar señales de sintonía con la preocupación del Gobierno por los temas vinculados con los derechos humanos. Por eso, un sector de los supremos impulsa que en el acuerdo del martes próximo el tribunal resuelva que, de acuerdo con un pedido de Abuelas de Plaza de Mayo, se ordene una prueba compulsiva de ADN para saber si una joven es hija de desaparecidos. Hasta ayer había cuatro votos en ese sentido.
El expediente donde está en duda la realización del análisis genético a Evelyn Vázquez llegó a la Corte hace casi tres años. Poco antes de las elecciones presidenciales, la presidenta de Abuelas, Estela Carlotto, y la abogada del organismo, Alcira Ríos, tuvieron una audiencia con el ex supremo Julio Nazareno y su ex vice, Eduardo Moliné O’Connor. Habían ido a reclamar que el tribunal se expidiera en un caso que implica un antecedente clave para muchas otras causas sobre apropiación de menores. Se fueron con la promesa de que sería uno de los primeros temas bajo tratamiento después del cambio de gobierno.
En 1996, la Corte autorizó los estudios a probables hijos de desaparecidos con el argumento de que “la extracción de unos pocos centímetros cúbicos de sangre ocasiona una perturbación ínfima en comparación con los intereses superiores de resguardo de la libertad de los demás, la defensa de la sociedad y la persecución del crimen”. Aquella afirmación era de índole general, aunque se trataba de un menor de edad. Vázquez, en cambio, ya había cumplido la mayoría de edad cuando las Abuelas la encontraron. Lo que se busca determinar es si la joven, apropiada por el ex marino Policarpo Vázquez, es hija biológica de los desaparecidos Susana Pegoraro y Rubén Bauer.
En mayo del 2001, el procurador general de la Nación, Nicolás Becerra, respaldó la realización del análisis de ADN, pero la decisión de la Corte se hizo esperar y las Abuelas acudieron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En marzo de este año, señalaron en un escrito presentado en el organismo internacional: “El abuelo paterno murió sin saber si había encontrado a su nieta y la abuela paterna está muy delicada de salud. ¿Tendremos que esperar que todos los familiares mueran sin saber si su búsqueda terminó y encontraron a la nieta que reclaman desde el momento mismo de su desaparición en el vientre de su madre?”.
Aunque Enrique Petracchi está de vacaciones y pidió que no se firmaran causas sensibles en su ausencia, el nuevo presidente del tribunal, Carlos Fayt, quiere apurar un fallo en el caso de Evelyn Vázquez y sólo falta que defina el voto de Adolfo Vázquez para poder sacarlo. Desde el día que asumió en la conducción interina de la Corte, habló de su intención de “sacarla de la parálisis”. Ahora evalúa que, si bien los planteos contra la pesificación y las causas sobre la validez de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida pueden esperar, otros deberían ser resueltos. Uno de ellos, que se incorporaría al orden del día del próximo acuerdo, es el reclamo de los jueces del Superior Tribunal riojano que fueron expulsados de sus cargos a instancias del menemismo. Fayt recibió ayer un llamado del gobernador de La Rioja, Angel Maza, quien le reclamó una salida pronta a la cuestión. Hasta ahora, Juan Carlos Maqueda, Augusto Belluscio, Antonio Boggiano y Fayt están dispuestos a hacer lugar a una medida cautelar para que los jueces sean repuestos en el cargo. Guillermo López, Petracchi y Moliné O’Connor rechazarían la competencia de la Corte. Como en el caso del ADN compulsivo, el que definirá es Vázquez.