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Graciela Ocaña se lanzó como candidata a legisladora porteña con partido propio, Confianza Pública. Aunque en su espacio todavía no dan por descartado un acuerdo con el PRO, la ex titular del PAMI decidió presentar una boleta corta en las elecciones de octubre –sin candidatos al Congreso nacional– y ayer dio el primer paso de su campaña, con críticas a la gestión macrista y al Gobierno.

La dirigente hizo el anuncio en una charla con jóvenes en el local de su partido, donde mostró los afiches y los spots para televisión y radio con los que buscará llegar a los votantes.

La ex ministra de Salud tiene aspiraciones para llegar a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad en 2015 y, con su presentación como candidata a la Legislatura porteña, buscará ir consolidando una fuerza propia en la Capital.

En ese marco, ayer deslizó algunos cuestionamientos a la gestión de Mauricio Macri. “El subte no mejoró desde que lo maneja el gobierno porteño, y por eso crece el descontento de los usuarios”, señaló por ejemplo.

Ocaña había sido tentada por el PRO para encabezar su boleta a diputados porteños; si bien ella lo rechazó, habría contraofertado presentarse como una colectora del macrismo, pero tal posibilidad no habría tenido aceptación en la fuerza del jefe de Gobierno.

Antes de las elecciones primarias, Ocaña también había tenido negociaciones con el frente Unen, donde le ofrecieron ser la segunda de Fernando “Pino” Solanas como candidata a senadora, pero ella prefirió el armado de una fuerza propia en la Capital.

Por ahora, Confianza Pública se presentará así, con una boleta corta, aunque podría adherir a algún espacio que presente candidatos nacionales. En las elecciones del 27 de octubre se renovarán 30 bancas de la Legislatura porteña, junto con los comicios a senadores y diputados nacionales.

Durante el encuentro en su local, Ocaña anticipó que hará campaña por el corte de boleta. Los spots por su candidatura recordarán las medidas que tomó en sus gestiones ejecutivas y se apoyará en la imagen de “honestidad y eficiencia” ligada a su figura. “Tenemos un pasado transparente, gestión probada y muchas ganas de trabajar para tener una mejor ciudad, porque con los recursos disponibles se podría hacer mucho más de lo que se hizo hasta ahora”, sostuvo ayer.

La legisladora advirtió además que “los valores más grandes de un político no deberían encontrarse en su cuenta bancaria”.

En otro orden, pidió “volver a colocar a los abuelos como una prioridad para el Estado, ya que ellos son los más desprotegidos y vulnerables ante los problemas que tiene la ciudad, como inflación, falta de limpieza, inseguridad y un transporte público deficiente”.

La candidata criticó también al gobierno nacional. “Les aviso que un represor sigue siendo jefe del Ejército y además no puede explicar su patrimonio”, tuiteó en alusión a César Milani. También apuntó contra la Cancillería: “Paraliza la investigación por lavado de dinero relacionado a Lázaro Báez”, escribió en su cuenta.

Ocaña, que entró a la política de la mano de Elisa Carrió, fue funcionaria del kirchnerismo como titular del PAMI y luego como ministra de Salud. Actualmente es diputada nacional, banca a la que llegó en 2011 de la mano de Francisco de Narváez, y en la que tiene mandato hasta 2015.