La inesperada cosecha de votos obtenida por el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) fue una de las sorpresas de las elecciones primarias. Además de haber superado el piso en todos los distritos del país donde presentaron candidatos, los porcentajes estuvieron cerca de las dos cifras. ¿Quiénes son las cabezas de lista que despuntaron en Salta, Jujuy, Santa Cruz, Mendoza y Córdoba? Dos ya tienen experiencia parlamentaria en sus bancas provinciales, y ahora esperan ir por más. En diálogo con Página/12, los postulantes del FIT en el interior explicaron con qué argumentos piensan obtener votos de quienes en las primarias votaron opciones de centroizquierda y al kirchnerismo.

En sus críticas al gobierno nacional coinciden en apuntarle en duros términos al acuerdo de YPF con la petrolera norteamericana Chevron para la explotación del yacimiento de Vaca Muerta, el nombramiento de César Milani como jefe del Ejército y la reapertura del canje de la deuda para permitir que ingresen los fondos buitre.

Pablo López (PO Salta-11,19 por ciento) tiene 37 años, fue legislador provincial desde 2001 hasta 2009. “Para combatir a la oposición que reclama un ajuste o la normalización de relaciones con el capital financiero, el kirchnerismo decidió parecerse cada vez más a ella. En Salta los candidatos acuerdan con la devaluación que el Gobierno dice no querer y acaban de prestarle el PJ al destituido intendente de Salvador Mazza, el de la trata de personas, que se vuelve a postular”, dice López.

Nicolás del Caño (PTS-Mendoza-7,61 en las PASO) cuenta que “desde el 11 de agosto nos paran por la calle muchos trabajadores identificados con las propuestas del FIT, es un enorme desafío si por primera vez desde Mendoza llega al Congreso la voz de los trabajadores y no la de políticos de la UCR, el PJ o el PD”. Del Caño, 33 años, militante trotskista que trabaja por su cuenta vendiendo ropa, agrega: “Nos han votado porque ven que este gobierno dice ser popular y reprime a los trabajadores, habla de los derechos humanos pero nos espía. Acá con (Celso) Jaque pusieron a (Carlos) Rico como subsecretario de Seguridad, implicado en las torturas del D2 durante la dictadura. Ahora sus candidatos hablan de mano dura”.

Liliana Olivero (Izquierda Socialista de Córdoba-5,58 por ciento) es psicopedagoga y ex empleada bancaria, tiene 57 años, dos hijos y es legisladora provincial desde 2001. Su mandato finaliza en 2015, pero a fin de año renuncia por la rotación que el FIT establece entre sus fuerzas, y asumirá Cintia Frencia, del PO. Aspira a conseguir otra banca, ahora en el Congreso nacional. “En Córdoba tenemos una fuerte lucha contra Monsanto, hay mucha conciencia de defensa del medio ambiente”, apunta Olivero, que en 2006 presentó un proyecto para que el agua sea declarada como un derecho humano, en 2009 hizo otro contra los despidos masivos y ahora plantea que el trabajo en los call centers debe ser declarado insalubre.

En Santa Cruz, la lista que encabeza Omar Latini (PO) logró el 7,86 por ciento de los votos en las PASO. Profesor de educación física y militante sindical, sostiene que “el PJ en sus diferentes variantes es una camarilla al servicio de las multinacionales del petróleo, el oro, la plata y la pesca y en defensa de sus intereses personales y de empresarios amigos”. Y apunta que “en Santa Cruz el sistema electoral antidemocrático nos ha impedido tener legisladores provinciales, y en el Congreso nacional la voz de nuestra provincia ha estado históricamente representada por agentes de las petroleras, las pesqueras y la patria contratista”.

El FIT fue cuarta fuerza en Jujuy, con casi 9 por ciento, de la mano de Alejandro Vilca (PTS), recolector de residuos en San Salvador. “Soy un laburante, me levanto a las 4 y salgo a correr tras el camión con mis compañeros; además soy delegado municipal, y ante las malas condiciones de trabajo y la precarización nos organizamos en asambleas, nos reivindicamos antiburocráticos y antipatronales, soñamos con romper algún día nuestras cadenas.” Vilca afirma que “el progresismo del gobierno nacional cada vez se transforma más en su contrario. Procesan a Blaquier, pero lo siguen subsidiando con el bioetanol”.