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La vicejefa María Eugenia Vidal dio el primer paso hacia una candidatura del otro lado de la General Paz. “Si Mauricio me lo pide, voy a estar: sería candidata a gobernadora en 2015”, afirmó Vidal sobre un eventual salto al territorio bonaerense. De esta forma, se diferenció de su antecesora, Gabriela Michetti, quien le respondió que no a Mauricio Macri cuando le pidió que pasara a competir en la provincia de Buenos Aires. Quien busca ser el candidato PRO a gobernador es el intendente de Vicente López, Jorge Macri. Ante las declaraciones de Vidal, ayer Jorge Macri abrió los brazos y dijo: “Son todos bienvenidos a trabajar en el terreno bonaerense”. Y, no sin picardía, agregó ante Página/12: “Sobre todo, si lo hacen renunciando a la especulación de ser candidatos en dos distritos. La provincia de Buenos Aires es un territorio amplio y complejo que requiere un compromiso pleno”.

Los macristas lo saben: la principal falencia de la candidatura a presidente de Mauricio Macri es la falta de armado en la provincia de Buenos Aires. Este año no logró presentar candidatos propios y terminó cerrando un acuerdo con Sergio Massa, que en ningún momento estuvo dispuesto a admitir que tenía de aliado al PRO. El macrismo también colgó a algunos candidatos de la lista de Francisco de Narváez, aunque en algunos casos –como el de Javier Castrilli– la cosa no terminó nada bien.

Durante los meses previos al cierre de listas, el ministro de Gobierno, Emilio Monzó, intentó todo tipo de alquimias: Martín Redrado, Carlos Melconian, Gustavo Posse. El resultado es conocido: los macristas fueron a negociar con De Narváez, no se pusieron de acuerdo en el reparto de lugares y terminaron cerrando con Massa. Pero la falta de armado en la provincia continúa y es una constante de todas las elecciones del PRO.

Para remediar esto, su primo ya tiene previsto levantar el perfil a partir del 28 de octubre y posicionarse como candidato a gobernador del PRO. Pero otros dirigentes del macrismo, como Monzó, tienen la idea de exportar dirigentes de la ciudad de Buenos Aires, como Diego Santilli o María Eugenia Vidal.

Sobre la vicejefa pesa la mayor expectativa de que cumpla con el mandato que Michetti no cumplió. En su entorno indican que la idea “es sólo una idea, ni tan desubicada, ni tan real”. E insisten en que ella hará lo que Macri le pida. Por primera vez, Vidal lo admitió en público: “Voy a estar donde él me pida que esté, pero todavía no hay nada avanzado en ese sentido. Todavía faltan dos años. Hablar de aquí a dos años es ficción”. Vidal se opuso a la idea que había esbozado Jorge Macri de que el jefe de Gobierno y Sergio Massa disputen su candidatura en una interna en 2015. “El PRO ya tiene un candidato y es Macri. Y lo seguirá siendo, para esto trabajamos todos los días”, sentenció Vidal.

“Muchos se presentan como anti kirchneristas, pero luego votan leyes o forman parte del gobierno kirchnerista”, insistió Vidal, en un tiro por elevación a algunos candidatos del Frente Renovador, pero también a otros de Unen. Y remarcó que “los dirigentes siempre han estado en el mismo lugar con coherencia en sus posturas”. “No vamos a hacer alianzas con cualquiera porque hay valores que queremos mantener. Tenemos vocación frentista, pero nosotros defendemos nuestros valores, que es representar lo nuevo. Somos coherentes con esos valores”, indicó, pese a que ya tienen una alianza con Massa y tres candidatos del PRO van en su lista.