Sábado, 21 de septiembre de 2013 | Hoy
EL PAíS › EL TRIBUNAL ORAL CITO A UNA AUDIENCIA PARA DEFINIR LA SITUACION DEL CURA
Deberán ir el sacerdote condenado por abuso sexual, su defensor, los querellantes y el fiscal, que ayer pidió su “detención inmediata”. Cada uno explicará su posición y luego el tribunal decidirá. Gallego, querellante, confía en que Grassi “va a salir en un patrullero”.
Por Carlos Rodríguez
El lunes, en la sede del Tribunal Oral 1 de Morón, los jueces tendrán que decidir, en audiencia oral y pública, si se acepta –o no– el pedido de la fiscalía y los querellantes para que se disponga la “inmediata detención” del cura Julio César Grassi, cuya condena a 15 años de cárcel por “abuso sexual y corrupción de menores” fue ratificada el miércoles por la Suprema Corte de Justicia bonaerense. El fiscal de Morón Alejandro Varela reclamó ayer ante el Tribunal Oral 1 “la inmediata detención de Grassi, al haberse agotado (con el fallo de la Suprema Corte) todos los recursos de apelación en la provincia de Buenos Aires y frente al probable peligro de fuga” del sacerdote. El primer pedido de detención fue formulado el jueves por el querellante Juan Pablo Gallego. Ayer hicieron lo propio el fiscal Varela y el otro querellante, Sergio Piris, según confirmaron los tres a Página/12. La audiencia, fijada para las 13 del lunes, será decisiva para resolver la novela de una condena ratificada en tercera instancia –sólo le queda a Grassi el recurso extraordinario ante la Corte Suprema nacional–, sin que eso afecte la libertad ambulatoria del ex presidente de la Fundación Felices los Niños.
Ayer, en la quinta La Blanquita, en Gorriti al 3400 de Hurlingham, frente a la sede de la Fundación, decenas de periodistas esperaron en vano la detención de Grassi. El cura sólo se hizo ver unos minutos para saludar a un grupo de seguidores cuyos voceros expresaron, ante la prensa, su “convicción” de que “es inocente”, a pesar de lo que dijo la Justicia en tres oportunidades. El fiscal Varela consideró que en este caso “no se está aplicando la justicia como entiende este Ministerio Público que debería ser, porque en nuestra modesta opinión Grassi tendría que estar preso desde la primera sentencia” condenatoria, el 10 de junio de 2009. Varela estimó que “Grassi va a quedar preso, pero no será hoy (por ayer) porque es un trámite que puede demorar”.
La Sala V de la Cámara de Casación provincial “se expidió a favor de la detención, teniendo en cuenta que Grassi incumplió las normas que debía respetar para gozar el beneficio de libertad restringida, pero en el fallo se aclara que antes deben ser notificadas las partes (fiscalía, querella y defensa) y que el expediente debe ser devuelto al Tribunal Oral 1” que es, en definitiva, quien tiene que ordenar que el cura vaya preso. Esto podría ocurrir en la audiencia del lunes. Pero antes hay que ver si la defensa no hace alguna presentación que pueda demorar ese paso decisivo.
Varela insistió en que el fallo de la Suprema Corte provincial “significa un avance en cuanto a la certeza de la responsabilidad del imputado” en los dos abusos sexuales cometidos en perjuicio del joven conocido como “Gabriel” y que justificaron la condena a 15 años de cárcel, motivo por el cual “pedimos la inmediata detención porque entendemos que hay peligro de fuga, aunque sabemos que la detención puede demorar”.
Sergio Piris, quien en el juicio representó a “Gabriel”, también pidió que Grassi vaya preso. Su principal argumento fue que “no hay en la Justicia argentina ningún caso de una persona que haya sido condenada por abuso sexual, incluso en casos en los que se aplicó una pena menor a los 15 años, que hoy siga en libertad a pesar de que el fallo todavía no está firme; Grassi es el único y esa es una situación que lesiona el principio de igualdad ante la ley”. Consideró que el lunes “el Tribunal Oral 1 tiene que decretar su inmediata detención”, como cierre de la audiencia pública. Piris insistió en que “la Suprema Corte, tercera instancia en este proceso, ha descartado todos los argumentos de la defensa de Grassi, de manera que el fallo no debería ser modificado”, en caso de que se presente el recurso extraordinario ante la Corte Suprema nacional. El querellante subrayó que “también se debe tener en cuenta que cuanto más se avanza en la confirmación de un fallo, mayor es el riesgo de que el condenado se dé a la fuga. Lo que estamos esperando es que se disponga ya su detención porque no hay ningún hecho que justifique que siga en libertad”.
Juan Pablo Gallego, querellante en representación del Comité por los Derechos del Niño que preside Estela de Carlotto, fue el primero que pidió la detención inmediata del sacerdote, por entender que el fallo de la Suprema Corte “es una sentencia definitiva”, dado que la Corte nacional no tendría elementos como para modificarla. Gallego confía en que los tres jueces del Tribunal Oral 1 de Morón, Mariana Maldonado, Claudio José Chaminade y Pablo Guillermo Lucero “el lunes van a decidir que Grassi tiene que ir preso, porque no hay otra alternativa”.
Ninguno de los jueces estuvo en el juicio oral y sólo Chaminade ha intervenido en alguna de las instancias relacionadas al caso. Fue el 7 de marzo de 2012, cuando el Tribunal Oral 1 decidió dictarle a Grassi la prisión domiciliaria. En esa ocasión, le quitaron la libertad restringida porque hizo declaraciones públicas sobre uno de los chicos que lo denunciaron, algo que tenía prohibido. Tiempo después Grassi volvió a tener el beneficio de la libertad restringida, con algunas normas más duras, que volvió a romper en el programa de Mauro Viale, cuando habló en contra de la denuncia de “Gabriel”.
En ese momento, la Cámara de Apelaciones de Morón ordenó la detención del cura, pero el fallo fue apelado a Casación, que recién el jueves dio curso al pedido. Este lunes, los que tienen que hablar son los jueces del Tribunal Oral 1. Gallego confía en que Grassi “va a salir en un patrullero, con custodia policial, para ir por fin a la cárcel”.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.