El PRO presentó ayer en la Legislatura porteña un proyecto que busca la prohibición de la actividad de los cuidacoches, conocidos como “trapitos”, y los limpiavidrios en la Ciudad de Buenos Aires. Propone penas de arresto y multas económicas de hasta 2000 pesos a quienes incumplan con la norma. La iniciativa fue elevada a la Legislatura porteña por los diputados Cristian Ritondo y Roberto Quattromano tras la polémica que se generó por la muerte de un cuidacoches en la zona de Palermo el domingo pasado, pese a que el Ejecutivo había adelantado que el debate legislativo se daría el año próximo. “No queremos regularizarlos, queremos prohibirlos. Sólo podrán desarrollar la actividad aquellos que se encuentren autorizados, conforme las normas vigentes”, aseguró Ritondo.

En este contexto, el proyecto plantea la modificación del artículo 79 del Código Contravencional de la Ciudad para establecer que “cuidar coches, limpiar vidrios o prestar otros servicios sin autorización legal” será “sancionado con uno a cinco días de arresto o multa de 200 a 2000 pesos”. Asimismo, introduce otra reforma a la ley de la Ciudad para sancionar a quienes “porten armas no convencionales en la vía pública, sin causa que lo justifique, palos, cadenas, bastones, fierros o cualquier tipo de arma no convencional, de aire o gas comprimido, arma blanca u objetos cortantes o contundentes aptos para ejercer violencia física o psíquica, o agredir” o lleven injustificadamente ganzúas o elementos para forzar cerraduras. “Los ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires viven momentos tensos a diario, producto de grupos de personas que se adueñan de la vía pública realizando actividades ilegales y generando episodios de alta violencia en zonas densamente transitadas. Necesitamos dar una respuesta a ello y poner límites para que los vecinos sientan que el Estado se pone de su lado”, señaló Ritondo, vicepresidente primero de la Legislatura porteña.