Los trabajadores del restaurante recuperado Alé Alé resistieron un nuevo intento de desalojo en una larga noche de tensión con la policía. Efectivos de la Metropolitana desplegaron un operativo en el acceso al local, donde mantuvieron vallada la cuadra desde las diez de la noche hasta la mañana, mientras en el interior del restaurante los integrantes de la cooperativa, acompañados por legisladores porteños e integrantes de la federación de cooperativas Facta, permanecían oponiéndose al desalojo. Por la mañana, después de una conferencia de prensa que los integrantes de la cooperativa dieron junto a legisladores y diputados, la Justicia desistió de la medida. Los trabajadores y los dueños del edificio negocian ahora una salida pacífica al conflicto.

“Queremos que nos den un tiempo para buscar un inmueble. Necesitamos unos meses, queremos pagar un alquiler mientras encontramos otro lugar para desocupar éste, lo que no queremos es que vengan con un desalojo violento, hay que dialogar y que esto se solucione de la mejor manera, pacíficamente, como debe ser”, dijo a Página/12 Andrés Toledo, presidente de la cooperativa.

El de ayer fue el segundo intento de desalojo que Alé Alé tuvo en el año. Por la tarde, cuando la policía ya se había retirado del lugar, se logró una reunión en el Congreso para negociar cómo descomprimir la situación. Allí, con el acompañamiento de los diputados Andrés Larroque (Frente para la Victoria), Juan Carlos Junio (Nuevo Encuentro) y el legislador porteño Aníbal Ibarra, los trabajadores y el titular de Facta, Federico Tonarelli, se reunieron con un representante de los dueños del inmueble.

La cooperativa hizo una propuesta que sería contestada hoy. Básicamente se trata del compromiso de desocupar el lugar en un plazo concreto, con el Inaes y los diputados como garantes del acuerdo. Según algunos participantes de esa reunión, la negociación quedó muy avanzada, por lo que se espera que hoy se logre la salida.

Terminado el encuentro, el diputado Larroque recordó que los trabajadores lograron triplicar la capacidad de cubiertos del restaurante, y consideró que “no tiene sentido a través de la violencia del desalojo dejar sin fuente de trabajo a tantas familias”. A su vez, Tonarelli señaló que esperan continuar el diálogo y anunció que existe “un enorme apoyo de diferentes organizaciones, vecinos y clientes”.

Además de los legisladores ya mencionados, apoyaron a la cooperativa participando de la conferencia de prensa los legisladores porteños Edgardo Forn (FNE), María Elena Naddeo (Frente Progresista y Popular) y los electos Juan Cruz Campagnoli (FNE) y Pablo Ferreyra (Alternativa Popular). Los trabajadores de Alé Alé formaron la cooperativa el verano pasado, luego de que el Grupo OJA, dueño de una cadena formada por Don Battaglia, La Soleada, Los Chanchitos y Mangiatta entraran en un proceso de crisis.

También los empleados de estos otros restaurantes los tomaron y pusieron a funcionar de manera autogestionada, pero en el caso de Alé Ale el panorama se complicó por la situación del local, que no era de la empresa sino alquilado a terceros. El contrato ya estaba vencido cuando se formó la cooperativa y los dueños del inmueble no quisieron renovarlo porque –sostienen– su intención es vender la propiedad.

El 21 de mayo último se dictó una orden judicial de desalojo que los trabajadores, con una protesta similar a la de ayer, lograron que no se concretara. A los pocos días, un grupo de legisladores porteños presentó un proyecto de ley para expropiar el edificio y el mobiliario, pero la iniciativa no prosperó.