EL PAíS › LAS MADRES Y ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS REALIZARON UNA NUEVA MARCHA DE LA RESISTENCIA

“Sentimos a los compañeros presentes”

Ayer se realizó la 33ª Marcha de la Resistencia. Representantes de organismos de derechos humanos marcharon alrededor de la Pirámide de Mayo y luego leyeron un documento. Hubo algunos dirigentes políticos y números musicales.

 Por Ailín Bullentini

Mientras caminaba por la plaza, Analía les resumía a Ramiro y a Lina, sus hijos –no más de siete años ninguno– el pedazo de historia que pasaba frente a sus ojos: “Y esas señoras hace muchos años que dan vueltas alrededor de la pirámide para que les diga alguien dónde están sus hijos, porque un día unos hombres se los llevaron y ellas no saben dónde los escondieron”. “Esas señoras”, las Madres de Plaza de Mayo, cerraban otro puñado de rondas que, de alguna manera, marcan el pulso de su lucha. Ayer, las madres de los pañuelos blancos encabezaron la trigésimo tercera Marcha de la Resistencia en compañía de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, Hermanos de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia, H.I.J.O.S. y varias banderas de agrupaciones políticas cercanas al kirchnerismo.

“30 años de democracia son 30 años de lucha” fue el mensaje que las organizaciones defensoras de los derechos humanos eligieron para enarbolar esta nueva edición de la caminata en la Plaza de Mayo, y el que atravesó el documento que leyeron, a cuatro voces, como corolario. “Sentimos a los 30 mil compañeros detenidos-desaparecidos muy presentes siempre, en cada lucha, en nosotros, en todos. Con su militancia nos dejaron una bandera que ya nadie podrá desconocer, porque nos mostraron que no hay imposibles, porque dieron testimonio de compromiso”, remarcaron desde el escenario pasadas las 19 y las cuatro horas de pasos en círculo alrededor de la Pirámide de Mayo desde que un puñado de madres acompañadas de familiares dieron el primer paso, a las 15.

Ayer, a los integrantes de los organismos se sumaron familiares de las víctimas del franquismo (ver aparte). Entre las banderas por los derechos humanos y algunas de Kolina, Peronismo Militante, La Cámpora y Unidos y Organizados, se mezclaron pedidos por la aparición con vida de Jorge Julio López, por la “absolución de los petroleros de Las Heras” y por “cárcel y castigo a los responsables del exterminio indígena”.

Sin embargo, la presencia mostró unión, aun también en las diferencias. “Parece que de alguna manera el tiempo no ha pasado desde aquella marcha del ’81 a hoy, 2013”, comparó la madre Mirta Baravalle: “Hemos avanzado muy poquitos pasos en lo relacionado con qué ha pasado con nuestros hijos e hijas, de los nietos que faltan recuperar”, reflexionó. Las madres caminaron de a ratos, se turnaron para descansar en el refugio que H.I.J.O.S. les preparó con sombra, sillas y agua fresca al lado del escenario y por el que pasaron los integrantes del Centro de Estudios Legales y Sociales, el ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, el legislador porteño Pablo Ferreyra y los referentes Alex Freyre y José María Di Bello. También marcharon los nietos recuperados y dirigentes políticos Horacio Pietragalla, Carlos Pisoni y Victoria Montenegro. De a ratos, también las madres escucharon la música del grupo De Cerca –músicos egresados de la Escuela de música popular de Línea Fundadora–, vivaron a los Super Ratones y bailaron con las chacareras de Mavi Díaz.

Para Baravalle, la “resistencia del pueblo queda demostrada en esta plaza, a lo que sufrimos y a lo que viene”. Para Graciela Lois, de Familiares, es, en cambio, “un símbolo de la resistencia de aquellos años”, ya que en estos últimos “los reclamos por memoria, verdad y justicia fueron escuchados y se están cumpliendo”. La importancia de estar allí, dando vueltas, radica, según Lois, justamente en “el estar juntos”.

La “colectivización de la lucha” fue uno de los ejes del documento que leyeron representantes de cada organismo participante del homenaje. Luego de pedir un grito de “presente” por las Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor, Teresa Careaga y María Ponce, además de otros integrantes de la Iglesia de la Santa Cruz “que fueron llevadas a la muerte por el genocida Alfredo Astiz”, y de indicar que fue entonces cuando comenzaron a confluir los reclamos de los diferentes organismos, desde Madres abogaron por cuidar esa unidad: “Tenemos que saber cómo defender las victorias y tenemos que saber siempre que las luchas no son individuales sino colectivas”.

Manuel Gonçalvez, en representación de las Abuelas de Plaza de Mayo, y Lois destacaron la realización de los juicios por delitos de lesa humanidad, la cantidad de genocidas procesados y condenados y los 109 nietos recuperados como los pasos dados durante la democracia. “La memoria sobre lo pasado nos hace unirnos para defender el futuro”, instó Gonçalvez. Rice Cabrera: “Este pueblo defiende la democracia. Y celebra que muchas de las luchas que empezamos hace rato tengan respuesta en estos últimos 10 años. No es ceder ante nadie, sino reconocer que durante los gobiernos de Néstor y Cristina se recuperó el Estado para el pueblo”.

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Desde el escenario se leyó un documento luego de cuatro horas de marcha alrededor de la Pirámide de Mayo.
Imagen: Pablo Piovano
 
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