Desde Base Marambio

Le tocó un día peronista a la delegación que visitó la Antártida argentina, encabezada por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, para dar comienzo a la campaña antártica de verano 2013-2014: apenas dos grados bajo cero, un sol radiante sin nubes y nada de viento dieron la bienvenida a los visitantes, junto con casi un centenar de personas, entre científicos y militares, apostados en la Base Marambio. “La Antártida es un ejemplo de complementación científica y militar”, manifestó Rossi al concluir una recorrida que incluyó también la Base Esperanza. El ministro anunció durante su estadía la llegada de dos nuevos helicópteros de fabricación rusa MI-17 y la decisión de transformar la Base Petrel, que ahora funciona solamente en temporada estival, en una base permanente a partir de 2015.

“Estoy seguro de que la mayoría de los argentinos tiene poco o escaso conocimiento de todo lo que se hace en la Antártida, porque al margen de lo que aprendan en la escuela, los grandes medios parecen olvidarse a veces de que esto también es parte de nuestra patria”, señaló el ministro al dirigirse a los hombres y mujeres destacados en la base. “Los objetivos científicos, políticos o geopolíticos los llevan adelante los seres humanos y, cuando uno los ve trabajar o hablar sobre lo que hacen acá, se da cuenta de que la Antártida vibra en ustedes”, les agradeció.

La Base Marambio es la puerta de entrada al continente blanco porque posee una pista apta para aviones con tren de aterrizaje normal: fue la primera de ese tipo en toda la Antártida, construida a pico, pala y dinamita en 1969. Rossi destacó también la importancia del trabajo del personal cuando se la utilizó, este año, como cabecera de un puente aéreo (la otra era Río Gallegos) con el que se suplió la imposibilidad de llegar a la Antártida por vía marítima: 80 vuelos en Hércules garantizaron la provisión de alimentos, combustible y pertrechos durante todo el invierno.

Para garantizar que no habrá otros inconvenientes a futuro, el ministro celebró la incorporación, en los próximos días, de dos helicópteros de fabricación rusa MI-17 que pueden unir las bases con el continente. Además, anunció que la Base Petrel, que cuenta con dos pistas de aterrizaje y varios hangares, comenzará a funcionar durante todo el año a partir del invierno de 2015. En ese sentido, adelantó: “Queremos aprovecharla para que se convierta en una alternativa o complemento a la pista de Marambio por si surge alguna necesidad”, explicó.

También informó que el año próximo el renovado Irízar tendrá su prueba de agua y podría estar listo para la campaña antártica de verano 2015-2016. “El nuevo diseño del Irízar integra el de un rompehielos con el de un buque científico, tiene dos proas, una para el comando del buque y otra para los estudios científicos”, lo que lo convertirá en uno de los barcos de ese tipo más modernos del mundo, según el ministro.

Durante su estadía en la Antártida, el lunes pasado, Rossi les remarcó a los militares apostados allí la necesidad de “profundizar las investigaciones científicas y tecnológicas, para que a la formación permanente de nuestros militares se le sume un desarrollo tecnológico soberano”, porque “la historia da sobrados ejemplos de tecnologías nacidas en el ámbito militar que, cuando se volvieron de uso dual, cambiaron el mundo”, como los teléfonos celulares o las computadoras. “Nuestra Presidenta nos ha dado la misión de construir las Fuerzas Armadas del futuro –concluyó– y para eso tenemos que planificar por lo menos a diez años.”