El vínculo entre policías y narcotráfico en Santa Fe quedó ayer patentizado en dos resoluciones judiciales. Por un lado, la Cámara de Apelaciones de Rosario confirmó el procesamiento del ex jefe de la policía de Santa Fe Hugo Tognoli, preso a raíz de una investigación que publicó Página/12 en 2013. Tognoli encubría a un narco, Carlos Ascaini, de la zona de Villa Cañás. Desde hacía tiempo, la titular de Madres Solidarias, Norma Castaño, venía denunciando a Tognoli y ayer la Cámara confirmó que éste armó una operación para extorsionarla y obligarla a que retire sus denuncias. Paralelamente, el juez Carlos Vera Barrios denegó la excarcelación de otro jefe policial, Diego Comini, ex titular de Drogas, imputado por avisarle a la banda de Delfín David Zacarías que le iban a allanar varios quioscos de venta de estupefacientes. La investigación, llamada Operación Flipper, estuvo a cargo del fiscal Juan Murray y tuvo el respaldo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) en la que Murray revista actualmente.

El trasfondo de ambas resoluciones judiciales es la brutal guerra entre organizaciones de narcos que atraviesa a la provincia de Santa Fe desde hace más de un año. El crecimiento y la violencia de esas organizaciones tuvieron respaldo en la complicidad policial, probada en distintos expedientes.

Tras la publicación en este diario de una investigación realizada por la Policía de Seguridad Aeroportuaria a pedido de la fiscalía federal, Tognoli terminó detenido. Era el máximo jefe de la policía santafesina, pero venía de ser jefe de Drogas Peligrosas. Resultaba llamativo que el gobierno socialista de Santa Fe hubiera permitido su acceso al cargo teniendo en cuenta la cantidad de muertes que ya había producido la guerra entre bandas.

Incluso antes de que Tognoli fuera preso, Norma Castaño –madre de un ex adicto– había presentado varias denuncias contra el jefe policial. Es más, testificó que lo vio hablando con punteros narcos después de intercambios de balazos o allanamientos a quioscos de drogas. Ahora, la Cámara confirmó el procesamiento de Tognoli por coacción contra Norma Castaño. La mujer fue a hablar con un puntero narco, Daniel Mendoza, algo que era habitual en ella. Los encaraba, discutía, los denunciaba, al punto de que Mendoza terminó preso porque lo encontraron con 13 kilos de cocaína.

De acuerdo con la investigación, Tognoli estuvo el día anterior con otro policía, Mauricio Otaduy, a quien le encargó la filmación del encuentro con Mendoza. Poco después, empezaron a mandarle mensajes intimidando a Castaño y exigiéndole que retirara las denuncias contra Tognoli. Por la maniobra, la Cámara confirmó el procesamiento también de Otaduy y del jefe de Inteligencia de Drogas Peligrosas, José Luis Baella. Además, a Tognoli le adjudicaron encubrimiento del narco Mendoza.

En la otra resolución judicial, el también ex jefe de Drogas Diego Comini fue detenido el viernes pasado porque alertaba a la banda narco de Delfín Zacarías para que “bajaran persianas” de lugares de venta de drogas porque los estaban por allanar. En otros operativos fueron hallados recibos de expensas de un departamento alquilado por la esposa de Zacarías –preso desde el año pasado– y resultó que el pago de esos alquileres fue hecho por Comini. También le detectaron comunicaciones telefónicas en las que el ex jefe policial hablaba directamente de operaciones de narcotráfico.

Ante el pedido de excarcelación presentado por la defensa de Comini, la fiscal que actúa en este momento, Adriana Saccone, respondió con un escrito oponiéndose. Este criterio fue seguido por el juez Vera Barrios que rechazó la libertad del jefe policial. Ya durante la feria judicial, otro fiscal, Federico Reynares Solari, pidió el allanamiento de la sede de la Brigada Operativa de Drogas, que se concretó el jueves. Viajaron desde Buenos Aires para concretar esa medida dos altos jefes de la Federal, Néstor Roncaglia y Pascual Bellizi.

La Operación Flipper, encabezada por el fiscal Murray, permitió desbaratar la banda de Zacarías, quien terminó detenido. El titular de la Procunar, Félix Crous, describió los catorce allanamientos que se hicieron, la incautación de 300 kilos de pasta base de cocaína y la detección de una sofisticada cocina de procesamiento de estupefacientes. Zacarías era –según la investigación– el proveedor de las bandas que aún hoy se están matando en la provincia y Comini, el jefe policial que les avisaba de allanamientos inminentes.