El bloque de diputados del Frente para la Victoria (FpV) salió al cruce de “los acontecimientos nacionales que importan una clara intención de dañar al pueblo argentino y a la compañera presidenta Cristina Fernández de Kirchner”. Lo hizo en un documento presentado en rueda de prensa por el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, y la jefa de la bancada oficialista, Juliana Di Tullio, entre otros legisladores, que reivindica el “liderazgo” de la Presidenta, “la institucionalidad” y “el derecho y el deber ineludible e inclaudicable del Estado nacional a intervenir en la economía para ponerla al servicio del bien común”. El texto repudia también “las maniobras especulativas”, “la suba de precios indiscriminada”, “la presión internacional” y “las campañas de terrorismo mediático y político” que apoyan esas presiones. “Este no es un problema económico, es un problema político, absolutamente político; porque éste va a ser un año de crecimiento, vamos a seguir en la misma senda”, aseveró Domínguez.

“Reivindicamos el liderazgo político de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, conductora estratégica del movimiento nacional y popular, así como del peronismo, del FpV y del Partido Justicialista”, dice el documento surgido por iniciativa de “los diputados nacionales del Norte Grande y regiones argentinas, del FpV y partidos aliados”, en sintonía con la Declaración de Villa Gesell, que esta semana emitieron los diputados kirchneristas de la ciudad y la provincia de Buenos Aires.

En la presentación del documento, realizada en el anexo de la Cámara baja, el formoseño Juan Carlos Díaz Roig destacó “la importancia de esta declaración, que apoya rotundamente a la Presidenta y da el acompañamiento para defender el bolsillo de los argentinos”. Y como conclusión del pronunciamiento, los diputados se comprometieron a “trabajar sin descanso, para realizar las aspiraciones soberanas de los argentinos y cumplir así el mandato que nos fuera conferido mediante el sufragio popular”.

El documento repudia “las maniobras especulativas tendientes a presionar sobre el tipo de cambio y producir beneficios espurios a costa del empobrecimiento de los asalariados argentinos y de las arcas del Estado nacional, representación jurídica de nuestra comunidad”. Así como “las subas de precios indiscriminadas, amparadas en una supuesta incidencia de la moneda estadounidense en los costos de la producción y el comercio locales” y “la presión internacional para obtener las divisas generadas por el conjunto del trabajo argentino”. Además de “las campañas de terrorismo mediático y político destinadas a generar expectativas inflacionarias y presión sobre la moneda nacional”.

El documento firmado por 35 diputados, y con el respaldo de casi medio centenar, reivindica “el liderazgo” presidencial y “el derecho del Estado a intervenir en la economía” así como “la voluntad nacional de vivir y pensar en argentino”, “la vocación democrática de nuestro pueblo” y “la institucionalidad surgida de la Constitución nacional y la soberanía popular”. De todas maneras, los diputados presentes minimizaron los planteos sobre una supuesta salida adelantada del Gobierno realizada por algunos dirigentes opositores.

“Son los mismos sectores que osaron dejar a todos los argentinos sin Presupuesto cuando tuvieron la mayoría (en el Congreso). No tienen autoridad moral para hacer ese pedido”, respondió Di Tullio a la consulta de cuál iba a ser la respuesta del oficialismo ante el reclamo del massista Frente Renovador de rediscutir el Presupuesto aprobado para 2014.