En el día de ayer se puso en marcha la primera fase de construcción estructural de la obra civil de la central nuclear Carem 25, primer reactor de potencia desarrollado íntegramente en Argentina. El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, señaló que con este emprendimiento “seguimos profundizando el desarrollo nuclear que reimpulsó Néstor Kirchner desde 2003, luego de que el neoliberalismo casi lo desmantelara”. La central se ubicará en la localidad de Lima, provincia de Buenos Aires, muy próxima al lugar donde está instalada la central de Atucha, cuya segunda planta, Atucha II, se encuentra finalizando el proceso de arranque. Dentro del plan nuclear, además, está prevista la readecuación de la Central Embalse (Córdoba) para prolongar su vida útil por 30 años.

Para el Carem 25, el Estado nacional invertirá 3500 millones de pesos, incluyendo toda la infraestructura necesaria para su desarrollo en los centros atómicos Bariloche, Constituyentes, Ezeiza, el Predio Lima y Sede Central. En el año 2013 se adjudicó la construcción del recipiente de presión, que será diseñado por la CNEA y fabricado por una empresa argentina. El Proyecto Carem –originalmente, sigla de Central Argentina de Elementos Modulares– tiene una gran proyección para el abastecimiento eléctrico de zonas alejadas de los grandes centros urbanos o polos fabriles con alto consumo de energía y ofrece, también, otras prestaciones como la desalinización o provisión de vapor para diversos usos industriales.

Las centrales Carem prevén que –al menos– el 70 por ciento de sus insumos, componentes y servicios vinculados sea provisto por empresas nacionales calificadas bajo los estándares internacionales de calidad supervisados por la CNEA. De esta forma, el proyecto será también un dinamizador del sector industrial-tecnológico de punta en nuestro país.