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Dirigentes políticos y sindicales polemizaron sobre los piquetes que los partidos y agrupaciones de izquierda realizarán en apoyo al paro. Mientras el kirchnerismo criticó que se “obstaculice el derecho a ir a trabajar”, Hugo Moyano salió a bajarles el valor a los cortes y los consideró prescindibles. Detrás de él, otros como Julio Piumato y Gerónimo “Momo” Venegas remarcaron que si hay problemas, no será tema de la CGT, que no comparte la metodología. Desde la izquierda acusaron a Moyano de convocar a “una huelga dominguera”.

Con los piquetes estarán el Frente de Izquierda (Partido Obrero, de los Trabajadores Socialistas e Izquierda Socialista), la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el MST-Nueva Izquierda y Barrios de Pie, entre otras organizaciones. En cambio, no los hará la CTA de Pablo Micheli, que si bien suele utilizar los cortes en las huelgas, esta vez se plegó al perfil de “paro sin movilización” definido por la CGT. Micheli estuvo sentado ayer al lado del camionero en la conferencia de prensa en que Moyano ninguneó los piquetes.

Los bloqueos anunciados son 50. Algunos de ellos, en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires, complicarán el ingreso de los autos particulares, prácticamente la única vía que quedará como opción para moverse, ya que el transporte público de colectivos y los trenes no funcionarán o lo harán con diagramas de emergencia.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, insistió en que no se puede medir la adhesión a un paro “si los que quieren trabajar no pueden trasladarse” y sobre los cortes dijo: “No tienen nada que ver con el derecho a huelga”.

Desde la izquierda, la argumentación más llamativa estuvo a cargo del delegado del ferrocarril Sarmiento Rubén “Pollo” Sobrero, que sostuvo que los piquetes “no impiden a nadie llegar al trabajo”.

“Por ejemplo, vos cortás Gaona, te desvías dos cuadras, tres y dos, y podés llegar tranquilamente al trabajo”, dijo para explicarlo el dirigente, que agregó en este sentido que los cortes son en todo caso una “excusa” para no ir a trabajar. Sobrero aseguró que el objetivo con que harán los piquetes es “mostrar la bronca que hay” y no sumar efectividad a la huelga. En cambio, Vilma Ripoll (MST-Nueva Izquierda) ubicó a los cortes como el modo en que las agrupaciones convertirán en un “paro activo y contundente” el llamado al “paro dominguero”.

Moyano, molesto con toda la alharaca de la izquierda sobre los 50 cortes, anticipó que “no va a ser necesario” cortar calles “porque no va a ir nadie a trabajar”. Más explícito, el dirigente de la Uatre, Gerónimo Venegas, agregó que “el paro es sin piquetes y sin cortes de calles, ni rutas”.

Otro que despegó a la CGT moyanista de los bloqueos fue el judicial Julio Piumato. “No somos partícipes de eso porque puede haber algún tipo de provocación que no queremos que se produzca”, sostuvo, para advertir que “las medidas que hagan” los partidos y agrupaciones de izquierda “correrán por su cuenta”.