EL PAíS › ACUERDO ESTRATEGICO EN MEDIO DE ALGUNOS RUIDOS

Un sí y dos no con Brasil

Por primera vez desde 1989 los dos países retoman compromisos en temas nucleares y de aviación. Pero la Argentina no quiere firmarle ya a Brasil el apoyo para el Consejo de Seguridad.

 Por Martín Granovsky

La Argentina y Brasil acordaron ayer darle fuerza política a un arreglo que retoma los acuerdos entre los dos más allá del Mercosur. Es el primer pacto a largo plazo en la Era Lula-Kirchner. Pero el canciller brasileño Celso Amorim dejó Buenos Aires rumbo a Montevideo y Lima sin haber conseguido dos objetivos: llevar a Rafael Bielsa en su avión y obtener por anticipado el apoyo argentino en la pelea para que en el futuro Brasil sea un nuevo miembro del Consejo de Seguridad.
La primera parte fue puesta en escena por el vicecanciller Jorge Taiana, el subsecretario de Política Latinoamericana Eduardo Sguiglia y el embajador brasileño en la Argentina, José Botafogo Goncalves.
“Esta es una prueba de la colaboración y compromiso en esa alianza estratégica entre los dos países”, dijo Taiana.
“La lista argentina de preocupaciones es la lista brasileña”, dijo Botafogo al comentar el acuerdo de atender a los problemas de los textiles, los fabricantes de zapatillas, el sector avícola, el de artefactos para el hogar y el de maquinaria agrícola. “A Brasil no le interesa que estos sectores que presenten alguna fragilidad no se consoliden, no se desarrollen o desaparezcan.”
“Buscamos una actitud propositiva”, dijo Sguiglia, uno de los negociadores del memorandum de entendimiento con el brasileño Luiz Felipe Macedo Soares.
El texto amplificado ayer por los funcionarios tiene cinco puntos:
- El primero destaca el trabajo de la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares. Es solo una introducción para señalar que el segundo punto no hace peligrosos a los dos países.
- El segundo punto indica que impulsarán la cooperación “comercial y no comercial en los usos pacíficos de la energía nuclear, en particular en la medicina nuclear”.
- El tercer punto propone que ambos países inicien consultas para desarrollar satélites y sensores y para que la Argentina participe del Centro de Alcántara, el sitio desde donde Brasil lanza satélites.
- El cuarto incluye el compromiso de consultas para que haya un marco que permita la coproducción de aeronaves y material aeronáutico. Brasil, como la empresa nacional Embraer, participa en el mercado mundial. La Argentina, hoy, mira.
- El quinto punto es el compromiso de consultas para evitar “alteraciones perjudiciales significativas y súbitas” y para identificar problemas concretos en el comercio bilateral.
“Ruidos puede haber, pero hay que superarlos”, dijo a Página/12 un funcionario argentino.
Salvo cambios de último momento un ruido, que la Cancillería insistía anoche en subestimar al compararlo con el memorandum, marcará los próximos días en la relación entre la Argentina y Brasil. Los dos países quieren acelerar la incorporación de Perú. Pero Uruguay y Paraguay tienen diferencias previas, porque compiten en algunos productos. Brasil sugería acelerar el arreglo, imponiendo una doble velocidad: primero una firma de Perú con Brasil y la Argentina y después otra con el bloque en conjunto. “Mi intención es convencer a esos países de que se sumen el Mercosur, aunque sé que hay algunos problemas comerciales entre Perú y Uruguay”, dijo Lula, que hablaba sobre Venezuela pero también sobre Perú. La Argentina no quiere apurarse y marcar una disidencia pública con Brasil, aunque la negociación seguirá este fin de semana.
Amorim pasó el jueves tres horas por Buenos Aires. Fue una visita sigilosa para conversar a solas con Bielsa. Quería, de paso, que el canciller argentino llegase a Perú en su avión, un aparato de Embraer, justo cuando Luiz Inacio Lula da Silva estuviera comenzando una visita oficial. Bielsa no aceptó la propuesta –un colaborador suyo dijo a estediario que “nos parecía demasiado”– y pidió fletar un Tango de la Fuerza Aérea.
En cuanto al Consejo de Seguridad, el tema está muy verde, porque están verdes la ONU y su nuevo papel internacional y el papel del propio Consejo. Brasil, de todos modos, quiere instalar su candidatura entre los países que algún día se incorporen al organismo como nuevos representantes permanentes. Chile había prestado su acuerdo en tiempos de Eduardo Frei y Fernando Henrique Cardoso y Ricardo Lagos le renovó la promesa a Lula. La Argentina nunca se había pronunciado y siguió sin hacerlo.
Venezuela es otro de los temas en danza. La Argentina aparece en una posición incondicional con Hugo Chávez. Lula se preocupó por la crisis venezolana no bien asumió el gobierno, e incluso envió a su asesor personal Marco Aurelio García a negociar a Caracas para dar oxígeno a Chávez. Pero ayer declaró a los corresponsales extranjeros en Brasilia: “No es necesario que yo defienda al referendum para revocar o no el mandato de Chávez. El referendum no necesita ser defendido porque está en la Constitución venezolana, que fija también los requisitos para que pueda ser convocado”. Agregó que “en Venezuela tiene que haber referendum si la oposición cumple con los requisitos, como creo que ya lo hizo”, y prometió discutir el punto con Chávez, “porque nosotros tenemos nuestra palabra empeñada en el Grupo de Amigos”. En la Argentina Chávez dudó de que pueda haber referendum este año.
Lula quiera dar un vuelco externo tras su percepción de que la situación económica mejora. La inflación será menor al 10 por ciento en este año y el riesgo Brasil está en los 800 puntos.

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Rafael Bielsa, canciller argentino.
Prefirió salir de la Argentina en un Tango.
 
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