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- En “Intrusos” se hablaba del implante de siliconas. Jorge Rial opinó que “en la cola” jamás quedaba bien. De pronto, a su lado, Marcela Coronel acotó: “como a Manzano”. Hubo un segundo de silencio. Después resonaron las carcajadas. Recién ahí Coronel advirtió la dimensión de su metida de pata. Rial salvó como pudo la situación: “Ahora baja la dirección del canal”, dijo jugando con la verdad. La cronista había olvidado que José Luis “Cototo” Manzano y Daniel Vila son hoy propietarios de una buena porción del paquete accionario de América TV.
- El otro Scioli respira: La Corporación Antiguo Puerto Madero por ahora no sufrirá cambios. Así lo informaron fuentes oficiales, ante versiones de un descabezamiento de su cuerpo directivo, en el que figura José Scioli, hermano del vicepresidente de la Nación. La Corporación es una sociedad formada por el Estado Nacional y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En Casa Rosada, de todos modos, tras el recorte de poder de Daniel Scioli, no cierran la posibilidad de que se siga con una lupa los futuros pasos del vice y parte de su familia, que ha recalado en organismos públicos.
- Luego de una comentada desaparición de escena, el ex canciller Carlos Ruckauf comenzó ayer su retorno a las primeras filas del duhaldismo. En San Vicente se lo vio impecablemente vestido, con un sobretodo importado doblado sobre las rodillas y su incipiente implante capilar monopolizando las miradas. Un influyente diputado del PJ comentaba que el primer paso del ex gobernador para volver –literalmente, porque estuvo mucho tiempo en el extranjero– a los actos de campaña fue su interés por participar de la construcción de un mausoleo y el traslado de los restos de Perón y Evita a la quinta “17 de Octubre”.
- Pocos kirchneristas puros se vieron en la quinta que perteneciera a Juan Perón. Uno de ellos era el subsecretario general de la Presidencia, Carlos Kunkel, con lealtades compartidas con el PJ bonaerense, en el que militó desde Florencio Varela. En tercera fila, el “Flaco” Kunkel tenía en su saco un prendedor con la sigla “K”, que popularizaron los jóvenes K pero algunos maliciosos atribuyen a su apellido. Cuando llegó Kirchner, se sumaron el jefe de Gabinete Alberto Fernández y el gobernador de Santa Cruz y futuro señor 5 de la SIDE, Héctor Icazuriaga. Ninguno de ellos sabía –y menos aún Fernández– que algunos allegados de Duhalde atribuían a uno de ellos la resolución (drástica) del choque con Scioli.
- Si en el discurso público predominaba el encolumnamiento con Kirchner y las críticas a Scioli, otro era el panorama cuando se apagaban los micrófonos. “Hace dos semanas, Duhalde me decía que Kirchner se estaba equivocando al abrir llagas del pasado”, confió un intendente del Conurbano después de elogiar mucho al Presidente. “Pero no tenga dudas, Scioli respondía al PJ bonaerense”, aclaró, misterioso.