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El grupo de sacerdotes católicos “comprometidos con los pobres” emitió ayer un documento en el que señalan que si bien “vemos que se resiste a morir el modelo neoliberal y las recetas de sus gurúes, la vieja política y la impunidad”, se advierte también “con esperanza las nuevas propuestas en la Justicia, y las posibilidades abiertas para el juicio a los genocidas, la apertura a una seria unidad latinoamericana, la actitud de diálogo y el tesón de la resistencia”. Aunque no hay ninguna mención explícita a la gestión del gobierno, la declaración puede ser leída claramente como un respaldo crítico a los pasos dados por la nueva gestión, sobre todo teniendo en cuenta el tenor de los pronunciamientos del mismo grupo frente a otros gobiernos.
Los curas, que en un número superior a los sesenta realizaron su 17 encuentro nacional, dijeron también que “sabemos que estos son sólo signos y todavía es mucho lo que falta”. Los sacerdotes católicos señalan que falta “trabajo, profetismo, transparencia, renovación de la dirigencia, firmeza, información, conciencia, organización y compromiso en la lucha contra la pobreza”.
El grupo de sacerdotes que estuvo reunido durante tres días en la localidad bonaerense de San Miguel representa una corriente católica que ha mantenido una actitud de compromiso social junto a los sectores más pobres, generando incluso fuertes debates en el seno de la propia Iglesia. Este grupo de curas, que tiene también su correlato en ambientes de laicos católicos, se alinea en la tradición y en la continuidad de lo que en su momento se conoció como el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
“Hay viejos lastres que no terminan de caer, y luces de esperanza que no terminan de despuntar”, dicen los curas y manifiestan que “quisiéramos –con nuestro servicio al Pueblo de Dios– ayudar a eliminar lo que nos impide caminar, y alentar los pasos, todavía tambaleantes de nuestra historia”.
Destacan como positivo “la posibilidad de cerrar con verdad y justicia los crímenes de lesa humanidad que enlutan nuestro presente, clausurando las puertas a la impunidad, y contribuyendo al esclarecimiento de la verdad histórica”, pero se preocupan por la “falta de una renovación de la dirigencia política en las provincias y en los municipios” y piden que “los poderes legislativos se pongan incuestionablemente al servicio del pueblo y de su felicidad”. Subrayan además la importancia del “surgimiento de brotes de resistencia y vida con los que nuestro pueblo manifiesta su apuesta tozuda a la vida”, señalando como tales las fábricas recuperadas, las luchas por la tierra y las manifestaciones en defensa del trabajo, entre otros.