La legisladora porteña Susana Rinaldi confirmó ayer que dejará su banca en el Parlamento de la ciudad de Buenos Aires para ocupar desde el mes próximo el cargo de agregada cultural en la embajada argentina en Francia. “Siento que este momento me enaltece más que nunca y agradezco profundamente la decisión que, aun siendo presentada por el Ministerio de Cultura a través de Teresa Parodi, llega a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que decide a favor y a quien va todo mi agradecimiento”, dijo Rinaldi, quien aseguró que buscará “seguir aunando relaciones” entre ambos países.

La Tana Rinaldi ingresó a la Legislatura en 2011, en la lista del Frente Progresista y Popular que lidera el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. Actriz y cantante, la diputada porteña tuvo que exiliarse precisamente en Francia, escapando de la persecución de la Triple A en los ’70. Allí vivió durante 25 años hasta que, tras varias visitas, se radicó definitivamente en Buenos Aires. Este año fue una de las artistas argentinas que participó del Salón del Libro de París y luego fue condecorada con la Legión de Honor del mismo país. Proveniente del socialismo, Rinaldi adhirió al kirchnerismo, aunque mantuvo sus críticas al peronismo. Según manifestó ayer, su misión apuntará a “seguir aunando las relaciones porque es muy importante la representación y la representatividad cultural para los franceses”.

Por otra parte, Rinaldi destacó su paso por la Legislatura al señalar que “fue excelente, un trabajo muy intenso que me permitió crecer y aportar al Parlamento”. La legisladora tiene mandato hasta diciembre de 2015, por lo que deberá ser reemplazada por el candidato que la sucedía en la boleta, Eduardo Epszteyn. Actualmente, Epszteyn es auditor de la Ciudad por el FpV y adelantó que no definió aún su situación. “Valoro mucho el trabajo que estoy haciendo en la auditoría y el rol que ha adquirido en el último tiempo”, señaló Epszteyn, quien también tiene mandato hasta diciembre del año próximo. El tema será materia de debate en Unidos y Organizados, ya que si Epszteyn no acepta el cargo, el siguiente en la lista es Fernando Muñoz, un dirigente proveniente del Frente Grande. Si lo acepta, en cambio, el FpV tendría que proponer otro nombre para cubrir esa vacante, con el riesgo de que el macrismo en la Legislatura no lo apruebe y la auditoría quede con un hombre menos.