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Eduardo Moliné O’Connor les pidió auxilio a los demás jueces de la Corte Suprema para evitar que el Senado lo suspenda en el juicio político en su contra. En la reunión plenaria de ayer, alertó a sus colegas sobre las consecuencias que podría tener un precedente así incluso para algunos de ellos y buscó promover un pronunciamiento del tribunal que cuestione la facultad parlamentaria de relevar a un ministro de la Corte provisoriamente antes de definir su remoción. Sus Señorías le dijeron que esperarán a conocer la decisión de la Cámara alta. En una mañana movidita, además, dejaron casi consensuado un fallo que firmarían la semana próxima relevando a una joven de la obligación de hacerse un examen de ADN para establecer si es hija de desaparecidos.
El lunes próximo, Moliné presentará su descargo escrito ante el Senado y todo indica que pedirá que se le conceda una audiencia pública para ampliar su defensa personalmente, según adelantaron sus allegados. “En pocos días no estará en ejercicio de sus funciones”, pronosticó ayer Ricardo Falú, presidente de la Comisión de Juicio Político de Diputados y uno de los encargados de la acusación. Si lo suspenden, el juez tiene decidido que, más allá de lo que hagan sus pares cortesanos en lo inmediato, radicará un recurso extraordinario ante la propia Corte Suprema y recurrirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En todas sus presentaciones, el dirigente de tenis utilizará argumentos que viene analizando con su abogado Gregorio Badeni y que en el acuerdo de ayer desgranó ante sus compañeros: que no hay antecedentes de suspensión de jueces de la Corte, que en el juicio político al tribunal de 1947 el Senado rechazó suspender antes de remover, que según la reforma constitucional de 1994 esa medida puede ser adoptada por el Consejo de la Magistratura para jueces inferiores pero nada se especificó sobre los miembros del máximo tribunal y que, además, entiende que correr, aunque sea provisoriamente, a un juez de Corte afecta a la jefatura del Poder Judicial y es una intromisión de un poder del Estado en relación a otro. “La facultad de suspender surge del reglamento de juicio político del Senado y nunca fue cuestionado. Suspender ha sido la regla en los procesos de remoción. Ni siquiera se requieren dos tercios, basta la mitad más uno de los presentes”, dijo el senador Jorge Yoma, de la Comisión de Asuntos Constitucionales, consultado por Página/12.
Los supremos enmudecieron después de escuchar al amigo de Julio Nazareno, quien coronó su exposición recordándoles que quienes que hayan firmado junto con él los fallos que lo llevaron al banquillo (conocidos como Meller, Macri y Magariños), tarde o temprano serán igualmente cuestionados. La idea de que la Corte firme un pronunciamiento antes de su suspensión, no tuvo demasiado eco, según dijeron funcionarios del tribunal a este diario. Ni siquiera sus viejos aliados automáticos, Adolfo Vázquez y Guillermo López, se mostraron proclives a una iniciativa de ese estilo. Sólo Carlos Fayt en un momento recordó haber escrito mucho en defensa del principio constitucional “de inamovilidad de los jueces”. Habrá que ver que hace el tribunal si Moliné O’Connor apela.
El juez conocido como “cerebro” de la ex mayoría automática menemista se retiró de la reunión de los ministros “para no ejercer presión”, pero antes aclaró, contra un pedido de sus colegas, dará el quinto voto que definiría una mayoría para enviar a la Cámara de Casación Penal las causas sobre la validez de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final como paso previo a que la Corte se expida sobre la cuestión de fondo. El tema sigue bloqueado y no se destrabaría hasta que se incorpore Eugenio Zaffaroni.
En contraste, en el acuerdo de ayer pareció destrabarse la discusión sobre si Evelyn Vázquez Ferrá debe ser obligada a someterse un estudio genético para determinar si es hija de desaparecidos. Augusto Belluscio, Enrique Petracchi, Vázquez y López evalúan que el ADN no debe ser compulsivo en un mayor de edad y a ellos se sumarían Antonio Boggiano yCarlos Fayt. La resolución se firmaría la semana que viene, cuando Juan Carlos Maqueda haya regresado de un viaje.