La noticia comenzó a circular como un rayo en las redes sociales casi 20 minutos antes de la medianoche. La información inicial hacía referencia a un “incidente” en la casa del fiscal Alberto Nisman, en Puerto Madero. Media hora después se conocieron los primeros datos que daban cuenta de que el involucrado era el propio Nisman, quien pocos días antes había provocado un fuerte impacto político al acusar a la presidenta Cristina Fernández por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA.

“Encontraron al fiscal Alberto Nisman en el baño de su casa de Puerto Madero sobre un charco de sangre. No respiraba. Los médicos están allí”, escribió a las 12.08 el periodista del Buenos Aires Herald Damián Pachter, en su cuenta de Twitter. La primera línea del gobierno nacional estaba al tanto de la situación y rápidamente ya había comenzado a desplegarse un importante operativo en las puertas del edificio Le Parc, sobre la avenida Azucena Villaflor 550. Sin embargo, la confirmación oficial llegó varias horas después, cuando la fiscal Viviana Fein ratificó la muerte, un rato antes de que el cuerpo fuera traslado a la morgue judicial, a las 5.30.

Su nombre estaba hacía varios días en el centro de la escena política y mediática. Uno de los principales debates del fin de semana estaba centrado en la expectativa por su presentación, en un salón de la Cámara de Diputados, de las supuestas pruebas que había recolectado para denunciar por encubrimiento a la Presidenta, al canciller Héctor Timerman, al dirigente social Luis D’Elía, al diputado Andrés Larroque y al líder de Quebracho, Fernando Esteche. Por la trascendencia de su rol institucional como fiscal, y por el impacto de sus últimos dichos, rápidamente se produjo un amplio despliegue de fuerzas de seguridad, médicos y medios de comunicación. El secretario de Seguridad, Sergio Berni, arribó alrededor de la 1 de la mañana, igual que el jefe de la Policía Federal, Román Di Santo. Gendarmería se encargó de realizar un cerco perimetral, dentro del cual se ubicó el personal de la Unidad Criminalística Móvil, la Unidad Médica Forense, la Prefectura y el SAME. Esperaron la llegada de la titular de la fiscalía nacional en lo Criminal de Instrucción Nº 45, Viviana Fein, para ingresar al departamento, y luego al baño, donde se encontraba el cuerpo ya sin vida. Cerca de una hora y media tardaron en salir del edificio.

La diputada macrista Patricia Bullrich, que iba a encabezar la reunión en el Congreso a la que asistiría Nisman, fue la única dirigente política que se acercó durante la madrugada al lugar, supuestamente por la conmoción que sintió al conocer la noticia.

Posteriormente se supo que la primera en ingresar al departamento fue la madre de Nisman, ante un pedido de la custodia de la Policía Federal que debía resguardar la seguridad del fiscal y llevaba varias horas obtener de él respuesta alguna. La puerta de servicio estaba con la llave del lado de adentro, por lo que fue necesario llamar a un cerrajero. En el baño, el cuerpo estaba apoyado sobre la puerta.

“El fiscal ha sido encontrado muerto. No podemos aventurar pronósticos hasta que la morgue precise la causa determinante. Sí se puede confirmar que fue un disparo de arma de fuego, calibre 22”, aseguró Fein en declaraciones a la prensa, cerca de las 4 de la mañana. De esta manera, no descartó ni acompañó la hipótesis del suicidio, que fue cobrando fuerza durante el día, a partir de los resultados de las primeras pericias.