La renovación ferroviaria, una de las grandes apuestas del kirchnerismo en los últimos tiempos, sigue avanzando: ayer, cuatro días después de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciara la reestatización de todos los ferrocarriles, llegaron al puerto de Buenos Aires las primeras formaciones de los 300 coches nuevos que el Gobierno adquirió para renovar completamente la flota de servicio de la línea Roca, que une la estación porteña de Plaza Constitución con la ciudad de La Plata y el sur del conurbano bonaerense.

Allí, los nuevos vagones fueron recibidos por la Presidenta, que pidió “dejar los fierros viejos” para subirse “a nuevos sueños”, tras aludir de forma crítica a la compra de vagones con treinta años de antigüedad para el subte porteño que hizo el jefe de Gobierno porteño y precandidato presidencial opositor, Mauricio Macri. El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, que también aspira a llegar este año a la Casa Rosada, pero desde el oficialismo, compartió el acto junto con la mandataria, el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” de Pedro.

El momento más picante de la tarde tuvo lugar cuando la Presidenta criticó a Macri por la compra de vagones usados del metro de Madrid para incorporar a la línea B del subte porteño. “Algunos se la dan de modernos pero mirá los coches que les compran a los porteños. Que cada uno se haga cargo de lo que compra y con el precio que lo compra”, indicó. En el mismo sentido, también destacó que “los 45 vagones nuevos que tiene el subte de Buenos Aires los compró el gobierno nacional para la línea A”.

Luego, CFK volvió a referirse a la reestatización de los trenes: “En unos días más enviaremos al Congreso la ley de recuperación, administración y creación de los nuevos ferrocarriles argentinos, porque los grandes logros y los grandes hitos también tienen que ser acompañados por las instituciones de la democracia”, confirmó lo que ya había anunciado el domingo, durante el discurso ante la Asamblea Legislativa por la apertura del período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación.

La iniciativa alcanzará a todas las líneas de transporte de pasajeros y de carga y dejará al próximo gobierno “un panorama totalmente diferente” respecto de la red ferroviaria “heredada de los noventa”, confían en el Gobierno, que ya comenzó la rescisión de contratos heredados en los diferentes ramales. En las próximas semanas, el Congreso debatirá la creación de una empresa estatal, Ferrocarriles Argentinos, que tendrá como misión gestionar todo el transporte ferroviario del país.

Durante el acto se presentaron las nuevas formaciones para renovar completamente la flota del Roca: CFK precisó que cada coche costó un millón de dólares y que el resto de las 300 unidades adquiridas terminarán de llegar al país en el mes de julio. “Tenemos que cuidar mucho estos vagones y pedirles a los gobernantes que los cuiden y que los trabajadores brinden un buen servicio”, señaló la Presidenta.

Ante los dirigentes sindicales que participaron de la ceremonia, la mandataria pidió “brindar un servicio de calidad que nunca más dé la excusa a algún gobernante para despojar de patrimonio a los argentinos”, en referencia al proceso privatizador que enajenó líneas y cerró ramales hace veinte años. La observaban los titulares de la Fraternidad, Omar Maturano, y la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, quienes apoyan el proceso de renovación iniciado por este gobierno a pesar de la resistencia inicial de las bases.