El fiscal general ante la Cámara Nacional Electoral (CNE), Jorge Di Lello, relativizó la denuncia realizada por la diputada y precandidata Elisa Carrió, en la que sostuvo que Florencio Randazzo no puede seguir al frente del Ministerio del Interior por su condición de candidato presidencial. “Todos los presidentes que fueron reelectos tuvieron esa situación” porque fueron “jefes de ministros”, sostuvo el fiscal en una entrevista radial sobre la presentación realizada por la líder de la Coalición Cívica, aunque se excusó de hacer mayores comentarios de la solicitud sobre la que aun debe pronunciarse. En cambio, Di Lello advirtió que pueden aplicarse “multas o inhabilitaciones” a los candidatos presidenciales que figuran en carteles con publicidades de campaña electoral, ya que la ley prevé la realización de proselitismo sólo 30 días antes de las compulsas.

“Todos los presidentes que fueron reelectos tuvieron esa situación”, sostuvo el fiscal sobre el “conflicto de intereses” que planteó Carrió. “¿Por qué? Porque el presidente es el jefe de todos los ministros: los mueve, los saca y los pone”, argumentó Di Lello y lo ejemplificó con el caso de la presidenta Cristina Fernández: “Cuando fue candidata, si fuera tan así, estaría en ese supuesto. Porque el ministro del Interior depende de ella y, entonces, cada presidente que fue candidato por segunda vez, naturalmente, estaría en una especie de conflicto de intereses”, concluyó el fiscal para no prejuzgar sobre la denuncia.

El fiscal también respondió sobre las sanciones que les corresponderían a los candidatos presidenciales que ya tienen desplegada sus campañas publicitarias, a casi cinco meses de las primarias del 9 de agosto. “Las sanciones que están en la ley, que son para las agencias que ponen los carteles, para los responsables económicos y financieros y para los candidatos, son multas o inhabilitaciones”, alertó Di Lello en línea con lo expresado por la Cámara Nacional Electoral.

Ese cuerpo emitió un fallo el martes en el que fijó límites a la campaña anticipada, al ordenar a los candidatos a presidente explicar, de manera extraordinaria, los gastos en proselitismo y, además, dispuso fijar una faja de clausura sobre los carteles de los presidenciables que hagan campaña deliberadamente. “Cada vez que hay cambio presidencial y el fenómeno sucesorio no está claro, las aspiraciones se multiplican y la necesidad de captar el voto” atenta contra “los plazos de campaña” establecidos por ley, sostuvo Di Lello en una entrevista radial.