El Movimiento Popular Neuquino (MPN) consagró bajo la bruma de las cenizas volcánicas a su candidato Omar Gutiérrez como nuevo gobernador de Neuquén y volvió a ratificar su predominio electoral en la provincia que gobierna desde el regreso de la democracia. Ramón Rioseco, intendente de Cutral-Có y candidato del Frente para la Victoria, se ubicó segundo en el escrutinio con una muy buena elección, aunque no pudo vencer a la aceitada maquinaria electoral del MPN. Mientras, el intendente de la ciudad de Neuquén, el radical Horacio “Pechi” Quiroga, volvió a relegar sus aspiraciones de llegar a la gobernación. Esta vez quedó tercero a más de 20 puntos (según las proyecciones) del oficialismo provincial, a pesar del importante respaldo político que a nivel nacional había alcanzado con Nuevo Compromiso Neuquino (NCN), una alianza que aglutina a la UCR, el PRO y el Frente Renovador, a la que apostaron los precandidatos presidenciales opositores Mauricio Macri y Sergio Massa, que anoche no tuvieron nada para festejar en la provincia patagónica. Al cierre de esta edición, escrutado el 60 por ciento de los votos neuquinos, el MPN trepaba al 36 por ciento, el FpV alcanzaba el 28 y NCN conseguía el 21.

En el MPN el optimismo se desplegó no bien finalizado el comicio, cuando los sondeos a boca de urna le auguraban un amplio triunfo de diez puntos sobre el FpV. Pero el lento conteo y un achicamiento de la diferencia con el kirchnerismo local hizo que recién se lanzaran al festejo cerca de las once de la noche. Entonces el victorioso Gutiérrez hizo su ingreso triunfal en la sede del gobierno provincial, tras esperar en su casa, junto a su familia, que la tendencia a su favor se hiciera irreversible. “Estamos muy felices por este triunfo, no hay mejor encuesta que el escrutinio final. Estamos conquistando una victoria de entre 12 a 15 puntos en toda la provincia”, planteó Gutiérrez, el economista que se convirtió en el nuevo gobernador de Neuquén y el continuador de la hegemonía del MPN en la provincia. “Votó entre el 75 y el 80 por ciento de la población neuquina”, agregó luego, en la conferencia de prensa que ofreció anoche, después de los abrazos y festejos. Más tarde volvió sobre su especialidad, los números: detalló los cómputos que arrojaban el 30 por ciento de los votos neuquinos escrutados a esa hora: el 45,26 para el MPN; el 29,48 para el FpV; y el NCN con 18,79.

Gutiérrez, de 57 años y ex ministro de Economía del actual mandatario provincial, Jorge Sapag, será el nuevo gobernador de Neuquén a partir de diciembre. Se convirtió en el heredero del MPN tras vencer en la interna partidaria al ex gobernador Jorge Sobisch, que buscaba su regreso al ruedo político tras su frustrada candidatura presidencial en 2007, luego de que terminara su mandato como gobernador en medio de la crisis que desató el asesinato del maestro Carlos Fuentealba, víctimas de la represión de la policía provincial.

La proyección del escrutinio que informó Gutiérrez le daba a su partido una diferencia más abultada sobre el FpV de lo que a esa hora señalaba el retrasado recuento oficial. Una diferencia que, de confirmarse, le permitiría al MPN también alzarse con la mayoría de las 27 bancas en diputa, así como la recuperación de las intendencias de Junín y San Martín de Los Andes, dos de las dos localidades más afectadas por las cenizas del volcán chileno Calbuco. Aunque no pudo repetir en Centenario, otras de las comunas en disputa ayer, donde el PJ superaba el 50 por ciento de los votos.

Rioseco, por su lado, destacó los números que consiguió el FpV en la elección y describió al triunfo oficialista como “la peor elección del MPN en 53 años”. “Nuestros números dan el 34 por ciento para el MPN, 29,6 para el FpV y 19 por ciento para Quiroga, que es Macri y que representa a la derecha, y eso los neuquinos no quieren”, se explayó Rioseco sobre sus adversarios. También contó que recibió el llamado de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para saludarlo por el resultado obtenido.

En otro rincón de la ciudad de Neuquén, Pechi Quiroga reconocía su derrota. “Hasta ahora hay un claro ganador, el pueblo de Neuquén sabe con quién va a construir su futuro. He llamado a Omar Gutiérrez para felicitarlo”, sostuvo un abatido Quiroga, que quedó muy lejos de sus aspiraciones. El radical trabajará ahora por la candidatura presidencial de Mauricio Macri, a quien señaló como su candidato a lo largo de toda la campaña, incluso en la veda electoral neuquina.

Sergio Massa, cuyo Frente Renovador también formaba parte del NCN, quería ser parte de un hipotético triunfo neuquino ante la segura ausencia de Macri, metido en la elección porteña. Massa tuvo un avión preparado para viajar a Neuquén, aun con las dificultades derivadas de las cenizas, pero al vuelo lo fueron desinflando los datos que llegaban desde la Patagonia. Finalmente, lo canceló.

Muy lejos de la pelea por la gobernación, el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) retendría, según los sondeos de boca de urna proyectados, su única banca en la Legislatura provincial, ya que alcanzaría un cuatro por ciento de los votos neuquinos. “Sostener la banca para nosotros es muy buena noticia”, afirmó el obrero de Zanón Raúl Godoy, que encabezó la lista de diputados del FIT. El ceramista ya había ocupado una banca en 2011, cuando el FIT llegó por primera vez a la Legislatura neuquina con un poco menos de cuatro puntos porcentuales, el mismo resultado que alcanzaría en esta elección.