Piquete mapuche. Pobladores mapuches del paraje Chiquilihuín, a 55 kilómetros de Junín de los Andes –la localidad cordillerana más afectada por las cenizas del Calbuco–, bloquearon la llegada de las urnas a la Escuela Rural 222, en reclamo de las demandas insatisfechas de los pueblos originarios de la región. También agregaron la situación coyuntural, como la extensa sequía y la precipitación de cenizas que pone en peligro de extinción a su ganado. La Gendarmería, que trasladaba las urnas, finalmente acordó con la Justicia Electoral provincial el traslado de la mesa a la Escuela 259, de la vecina Atreuco, para garantizar el derecho al voto.

Abuelo fiel. Con sus 100 años a cuestas, Reynaldo Pastor Gutiérrez, un histórico afiliado al Movimiento Popular Neuquino, no quiso relegar su derecho cívico, concurrió a votar y lo hizo desde el coche que lo trasladó, hasta donde las autoridades de mesa le llevaron la urna. Pastor (como lo llaman) desempeñó varios cargos en los gabinetes del fundador del MPN y gobernador neuquino Felipe Sapag y llegó al Congreso nacional como diputado de su partido. Para esta elección, tenía una motivación especial: su nieto Omar –que lo acompañó a votar– era el candidato del MPN y a partir de diciembre será el próximo gobernador de Neuquén.

Sin paro. El senador nacional del MPN y secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, convocó el viernes pasado a un paro de su gremio para el domingo de las elecciones y cargó contra las empresas privadas e YPF por no haber previsto un cronograma de guardias que les permitiera votar a los petroleros neuquinos. Pero finalmente la medida de fuerza se levantó. Pereyra afirmó tras emitir su voto al mediodía de ayer que hubo una extensa negociación con las petroleras privadas, que culminó el sábado por la noche, y donde se terminó por elaborar un cronograma para que sus trabajadores pudieran votar en Neuquén.