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“Para gobernar la provincia de Buenos Aires no alcanza con un micrófono. Se necesita coraje, equipo y sensibilidad. Y nosotros tenemos las tres cosas”, dice Julián Domínguez, precandidato a gobernador bonaerense del Frente para la Victoria, desafiando a su rival en la interna, Aníbal Fernández, que esta semana levantó el tono de la campaña. Las PASO del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires apuntan a ser una de las instancias más competitivas que se dirimirán el 9 de agosto. Por eso Domínguez unificó fuerzas con otro precandidato, el titular del PJ de ese distrito, Fernando Espinoza, para conformar una sola fórmula. Ambos compartieron una charla con Página/12 y se diferenciaron de sus adversarios.”

–¿Qué pasó entre la foto en Olivos, un jueves, donde cada uno sostenía su candidatura, y el anuncio de unidad 48 horas más tarde?

Julián Domínguez: –Nosotros venimos trabajando juntos desde hace mucho tiempo. Yo cuando decidí trabajar en la provincia el primer dirigente político que voy a ver, después de hablar con el padre Pepe, es a Fernando. Pero ya veíamos hablando, sentimos una común identidad del peronismo, una visión de la realidad, de los desafíos que tenemos por delante. Fernando es dirigente en el distrito más importante de la Argentina y es el presidente de nuestro partido, y tiene todos los atributos y todas las condiciones para ser gobernador de la provincia. Ese jueves cuando nos vimos en la Quinta de Olivos no sabíamos cómo se iba a resolver. La Presidenta nos ayudó a encontrar esta síntesis, los intendentes nos plantearon la necesidad y la importancia de estar juntos y entendimos que era la mejor manera de representar lo que cada uno de nosotros es.

Fernando Espinoza: –Sin una cuestión de favoritismos de parte de la Presidenta, eh, pero nos pidió a los dos “únanse, tienen que ir juntos”. En definitiva conjugamos la síntesis de lo que quería el noventa por ciento del peronismo en la provincia de Buenos Aires, del Frente para la Victoria.

J. D.: –Tenemos la misma historia, no tenemos nada que esconder y la política la hicimos siempre desde el territorio, en contacto directo con la gente.

–¿Cómo definieron el orden de la fórmula? ¿También talló la Presidenta?

F. E.: –En realidad, nosotros escuchamos a los más grandes además de a la Presidenta. Los más grandes son los más sabios.

–¿Quiénes son los más grandes?

J. D.: –Los dirigentes con más años. La CGT, varios intendentes...

–Hay una caracterización que los ubica como una fórmula más peronista en contraste con el carácter más kirchnerista de sus rivales...

J. D.: –No. Nosotros competimos junto a Néstor Kirchner y contra Martín Sabbatella en 2009 en una elección que perdimos porque Sabbatella llevó una lista separada.

F. E.: –Quiero ver, si ponemos sobre la mesa, no con palabras, sino con hechos, qué hicimos cada uno de los cuatro desde el 2003 para acá, enseguida el que hace ese análisis se da cuenta. El otro tema tiene que ver con lo generacional. Yo no veo mucha juventud identificada con nuestros adversarios. La juventud está comprometida con Julián gobernador. Nosotros representamos las banderas históricas y la refundación que hicieron en estos años Néstor y Cristina.

J. D.: –Nosotros hemos hecho la política siempre con la gente, de cara a la gente, nunca ocultándonos. Y lo hicimos desde el peronismo. Siempre desde el mismo lugar. Nosotros acompañamos el proceso de consolidación política del liderazgo de Kirchner y nos sentimos tan hijos de ese proceso como se puede sentir cualquier otro. Somos peronistas, lo que pasa es que no tenemos historia de la cual renegar. Y somos militantes felices de la historia que en la política hemos construido, tal cual nos enseñó Néstor y nos enseñó Cristina. Y somos peronistas por procedencia popular, por convicción, por historia.

F. E.: –Esa es la campaña mediática que comenzaron nuestros compañeros adversarios en las PASO del Frente para la Victoria. La verdad que nosotros más allá de una campaña mediática decimos que no hay peronismo sin kirchnerismo y no hay kirchnerismo sin peronismo.

–¿Alcanza con el apoyo territorial para contrarrestar el mayor nivel de conocimiento de Fernández y Sabbatella?

F. E.: –Cualquier encuesta más allá de las que a veces se operan, hoy no da más de tres, cuatro puntos de diferencia. De acá a quince días vamos a estar diez, quince puntos arriba.

J. D.: –Los medios son una forma de comunicación, lo denso pasa por la política, por lo que uno es o uno representa. Si no Néstor no hubiera sido presidente. Nosotros representamos el interior productivo y el conurbano industrial. Eso se integra perfectamente y es nuestro activo: somos la expresión real de la provincia real.

–¿Cómo evalúan la fórmula presidencial del Frente para la Victoria?

J. D.: –Es una fórmula de síntesis perfecta que abarca todo lo que significa el peronismo para la victoria en esta etapa histórica. Tenemos la tranquilidad de que Daniel Scioli es un candidato que logra comunicarse muy bien con la sociedad y Carlos Zannini es un dirigente que conoce al Estado y su legislación como ningún otro dirigente político en la Argentina. Eso nos da una potencia para gobernar extraordinaria.

F. E.: –El futuro de la Argentina con la fórmula Scioli-Zannini es más sólido que nunca. En estas elecciones se elige entre volver al pasado, al corralito, al trueque, la represión y el hambre, o vamos a seguir adelante con este modelo nacional y popular para los 40 millones de argentinos, de trabajo, de la primera generación de universitarios, de la vivienda propia y digna, de la producción.

–¿Van a exigir más fondos para gobernar la provincia?

F. E.: –Una cosa era la Argentina endeudada, en la que la provincia de Buenos Aires debía ser solidaria con las demás provincias. Otra es esta Argentina donde la provincia de Buenos Aires tiene que recuperar lo que le regaló Alfonsín a las demás provincias con respecto a la distribución económica de la coparticipación.

J. D.: –Vamos paso por paso. Por supuesto que tenemos una visión y vamos a ser leones a la hora de reclamar lo que creemos que le corresponde a nuestra provincia y tenemos una ventaja: que el gobernador que hoy gestiona la provincia de Buenos Aires va a ser presidente y eso nos permitirá trabajar juntos para solucionar los problemas de los bonaerenses.

–¿Cuál será el rol de La Cámpora en un eventual gobierno de ustedes?

J. D.: –Es altísimo el nivel de participación de jóvenes formados, preparados. El peronismo ha construido una generación absolutamente diferente que algún día va a conducir los municipios, la provincia y la nación. Ese es nuestro principal capital histórico. Esta generación es además intérprete del tiempo que le toca vivir. Uno necesita de esos jóvenes para conducir un Estado moderno como el que necesitamos para repensar la provincia. El peronismo es las mil flores que Néstor quería que crecieran. Nosotros vamos a alentar que esto siga sucediendo.

F. E.: –No hay que preguntarse cuál va a ser. Hay que mirar cuál es. Hoy el setenta por ciento de nuestros militantes son jóvenes. Eso es lo que no tiene Macri, no tiene Massa, no tiene Stolbizer.

–¿Dónde la ven a Cristina Fernández de Kirchner luego de diciembre?

J. D.: –El pueblo la ubicó en el lugar de líder, porque no traicionó sus intereses. Más allá del lugar que le demos los dirigentes, el pueblo ya la puso en su sitio. Ella lo va a iluminar todo, va a referenciar todo, porque en sus ocho años que duró la presidencia de la República no tomó una sola medida en contra de ellos. Y esa es la lealtad como se entiende en el peronismo, de ida y vuelta. La lealtad del que conduce y la lealtad del que es conducido.