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El famoso “Testigo C” del caso AMIA, que comprometió a Carlos Menem en el encubrimiento del atentado y luego se desdijo, comenzará a declarar esta semana desde la embajada argentina en Berlín, para el juicio oral y público que se realiza en los tribunales de Comodoro Py. Por primera vez en la historia argentina, un tribunal oral interrogará a un testigo a través del sistema de teleconferencia que unirá la sede diplomática en Alemania con el recinto porteño donde se desarrolla el juicio.
La declaración del iraní Abolghasem Mesbahi, un arrepentido de la inteligencia iraní, comenzará el miércoles a las 9 de la mañana. Se estima que el trámite va a llevar varios días. Se cumplirá como si “C” estuviese en la sala de audiencias del subsuelo de los Tribunales Federales de Retiro: contestará preguntas y verá documentos llevados a Berlín al efecto.
Para garantizar la legalidad del procedimiento, los jueces Miguel Pons, Gerardo Larrambebere y Guillermo Gordo enviaron a ese país al secretario del Tribunal Oral Federal Nº 3, Eduardo Chittaro, con un traductor de la Cancillería. El secretario llevará una foto del fallecido ex agregado cultural argentino en Teherán, Carlos Alberto Lelli, sindicado como posible gestor de un soborno de 10 millones de dólares que, de acuerdo con los dichos del testigo, Irán habría pagado a funcionarios menemistas para no quedar involucrado en el ataque.
“C” desmintió posteriormente tal acusación y habrá que ver qué versión sobre el atentado sostendrá ahora. El testigo declaró tres veces ante Galeano, las dos primeras amparado bajo un pacto de confidencialidad entre la Argentina y Alemania. En 1998 dio detalles sobre cómo operaban los grupos terroristas de su país. Dos años después, en la Ciudad de México, comprometió al gobierno de Menem.
De acuerdo con ese segundo testimonio, el menemismo habría enviado a Irán a un funcionario “que trabajaba en una oficina de Presidencia” para informar sobre la investigación judicial y negociar la impunidad de Irán. El enviado, según los dichos de “C”, era “una persona con barba, de cincuenta años, tez de color trigueño”, que le fue presentado como “un hermano argentino”. Así, Irán habría depositado en 1990 diez millones de dólares en una cuenta del Banco de Luxemburgo en Ginebra a nombre, de Carlos Menem, quien rechazó las acusaciones.
En diciembre, el juez Galeano viajó a Suiza para entrevistarlo por tercera vez y mostrarle fotografías que el disidente iraní no reconoció. “C” le bajó el tono a sus declaraciones sobre el gobierno de Menem. Finalmente, le hizo llegar una carta a la SIDE en la que habría dicho que es mentira que Menem haya cobrado para amortiguar las acusaciones contra Irán.