El juez federal Daniel Rafecas asumió ayer la instrucción de la causa Hotesur, en la que se investiga a la presidenta Cristina Kirchner y a personas de su entorno por presunto lavado de dinero en hoteles de Santa Cruz. El magistrado fue elegido por sorteo un día después de que la Sala I de la Cámara Federal porteña apartara a Claudio Bonadio por entender que “perdió la imparcialidad y violó el derecho de defensa de los imputados”, luego de un aparatoso operativo en las oficinas de Máximo Kirchner con más de medio centenar de agentes de la Policía Metropolitana. “Si aparezco suicidado, busquen al asesino porque no es mi estilo”, afirmó ayer Bonadio en Radio Mitre al cuestionar la decisión de la Cámara. Luego aclaró que había sido “una ironía”. Al mediodía, en otra causa, ordenó allanar YPF y el Ministerio de Planificación Federal (ver aparte). “Por lo visto hay un plan de allanamientos para todos y todas”, ironizó el ministro Julio De Vido y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, consideró el accionar de Bonadio como “un show mediático, un hecho político y una excursión de pesca”. Por su parte, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, le ofreció reforzar la custodia que le brindan las fuerzas policiales.

La Cámara Federal, con votos de Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, apartó a Bonadio a partir de pedidos que habían realizado en mayo las defensas de Romina Mercado, presidenta de Hotesur y sobrina de la jefa de Estado, y el empresario Lázaro Báez. Los camaristas enumeraron irregularidades cometidas por el juez federal, como haber impedido a los acusados el acceso a la causa, no haber precisado el objeto de la investigación y haber impedido a los defensores presenciar declaraciones de testigos. Criticaron puntualmente que haya recurrido a la Policía Metropolitana para realizar un operativo a más de 2500 kilómetros (con un costo de 450 mil pesos para el gobierno porteño, según admitió el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta) pese a que disponía de las cuatro fuerzas de seguridad federales. La Cámara también declaró la nulidad de la convocatoria de peritos de la Corte Suprema de Justicia para que lo asesoraran en el expediente porque no está previsto en el Código Procesal Penal y porque no lo informó a las partes. “Advierto que la imparcialidad que se exige a los magistrados frente al caso concreto se ha visto seriamente comprometida –señaló Freiler–. Llama la atención que mientras el doctor Bonadio dilata la decisión vinculada con su competencia para continuar entendiendo en este sumario, ha ordenado una importante cantidad de medidas de prueba que implican una injerencia en los derechos de las personas.”

Ayer por la mañana, mientras el sorteo determinaba que la causa recayera en Rafecas, Bonadio se explayaba en la radio AM del Grupo Clarín. “Si aparezco suicidado, busquen al asesino porque no es mi estilo”, trajo a la memoria la muerte del ex fiscal Alberto Nisman. Luego, en otras radios, aclaró que había sido una “ironía”, un comentario “mordaz”. Agregó que no tenía ningún “temor” por su vida y que se “arrepentía” de lo dicho. El juez calificó como “absolutamente falaces” los argumentos de la Cámara para apartarlo y sugirió que se trató de “una maniobra que no es inusual en la Sala I de la Cámara Federal”. “Uno tenía claro que si yo no ‘dormía’ las actuaciones, esto de alguna manera iba a pasar”, sugirió Bonadio, quien desmintió haberse encontrado con Sergio Massa en una estación de servicio y haberle dicho que iba camino a un encuentro con Daniel Scioli, según relató el ex intendente de Tigre. “Eso fue ficcionado”, aseguró Bonadio, aunque agregó que desde el entorno del gobernador bonaerense “hubo intentos de reuniones” que él rechazó.

El Ministerio de Justicia le ofreció a Bonadio, a partir de su “ironía”, “reforzar la dotación de dos autos y tres efectivos de la Policía Federal” que lo protegen “las 24 horas los siete días de la semana, que se suma a la custodia permanente que dispone la Policía Metropolitana frente a su domicilio”. “El Poder Ejecutivo Nacional pone a su entera disposición la totalidad de los recursos con los que cuenta, para sumar los efectivos que considere necesarios para su seguridad individual”, señala el escrito de Alak para el juez.

Aníbal Fernández responsabilizó ayer a Bonadio de hacer “un show mediático, un hecho político y una excursión de pesca” en la causa Hotesur y justificó la decisión de apartarlo. “Es un hecho jurídico y la Cámara se expidió jurídicamente, con seriedad, con respeto y cuando uno lee la sentencia queda más que claro que la han fundado hasta decir basta”, remarcó el jefe de Gabinete. “Lo que ha hecho este juez es un desaguisado fenomenal: quiso designar peritos sin decir quiénes son ni para qué los quería y que los acusados no puedan ni pudieron defenderse. Hay que explicarlo punto por punto”, reclamó. “El juez ha tomado decisiones que significaron una injerencia lisa y llana sobre las personas y sobre las empresas”, sostuvo, y destacó que “utilizó efectivos de la Policía Metropolitana, que se pagaron con fondos de la Ciudad de Buenos Aires, en lugar de las fuerzas federales”. El ministro dijo desconocer “cuál fue la intencionalidad” del magistrado, aunque insistió en señalar que “acordó con el Gobierno de la Ciudad” su proceder en la causa.

El senador Juan Manuel Abal Medina, en tanto, advirtió que “es muy mala la judicialización de la política” y consideró que “cuando vemos a jueces que hacen grandes declaraciones mediáticas estamos en problemas”. El legislador del Frente para la Victoria señaló que “éstos son los problemas que surgen cuando la Justicia se mete en la política” y agregó que “lo que mejor puede pasar es que los jueces investiguen hasta el fondo” para que “no quede ninguna sospecha, sin enconos personales y mucho menos en beneficio político”.