En el encuentro, Alak destacó que “el sistema electoral argentino es un ejemplo de transparencia”.

El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, afirmó que “el sistema electoral argentino es un ejemplo de transparencia”. Lo hizo durante una conferencia de prensa en la cual presentó a los observadores internacionales invitados en el marco de las actividades conjuntas con la Justicia Nacional Electoral para la fiscalización de las PASO. Además, el funcionario explicó que del acto electoral del domingo participarán 32 millones de ciudadanos en las 95 mil mesas asignadas a 15 mil establecimientos.

Alak precisó que habrá un “control de 190 mil presidentes de mesa y suplentes, elegidos por la Justicia Federal con competencia electoral, la participación de unos 500 mil fiscales de los partidos políticos y 96 mil efectivos de las Fuerzas Armadas y de seguridad, dentro y fuera de los 15 lugares en los que se desarrollará la elección”.

El funcionario consideró que el sistema electoral argentino es ejemplar en relación al resto del continente y del mundo, “que se ha ido perfeccionando a lo largo de más de tres décadas de nuestra democracia”. Alak estuvo acompañado por el director nacional Electoral, Alejandro Tullio, y la subsecretaria del área, Diana Quiodo, y recibió a una delegación de magistrados, académicos y expertos en temas electorales compuesta por Daniel Gaxie, de Francia; Pablo Santolaya, de España; Rafael Pizarro Rodríguez, de Chile; Oscar Bottinelli Cappuccio y Pablo Klapenbach, de Uruguay; Myriam Delgado, de Ecuador; y Jaime Bestard, de Paraguay; además de representantes de Nicaragua, República Dominicana y El Salvador.

Alak explicó que “en cada centro de votación habrá un delegado de la Justicia Nacional Electoral, mientras que en cada mesa el presidente y su suplente serán ciudadanos independientes, elegidos también por la Justicia Federal con competencia electoral de cada provincia argentina”. El ministro destacó que “a esto se agrega, como garantía de transparencia, la presencia de fiscales por cada agrupación política partidaria, que en este caso se corresponde con los 15 precandidatos presidenciales, pero también de las listas de precandidatos locales”.

El monitoreo que realizan los observadores es un tipo de vigilancia activa que se ha ido implementando de manera cada vez más frecuente por parte de los países para evaluar la conducta de un proceso electoral sobre la base de la legislación nacional y los estándares internacionales. Los monitores puede venir de otro país o pertenecer a una ONG local, y su tarea básicamente consiste en asentar y reportar cualquier tipo de actividad orientada al fraude que detecten durante el proceso. Este tipo de evaluación se realiza durante períodos cada vez más largos, en lugar de hacerlo solamente el día de los comicios.

Las misiones de observación electoral monitorean todo el proceso. Sus expertos y observadores comienzan mirando el registro de candidatos, el marco legal, la situación de los medios, el trabajo administrativo electoral y el ambiente de campaña. El día de las elecciones, verifican la apertura de los puntos de votación, el sufragio y el recuento de resultados. A posteriori, los observadores permanecen en el país por unas pocas semanas para analizar cómo los posibles defectos relacionados a las elecciones y las quejas son manejadas por la administración electoral y el sistema judicial. Y redactan informes con sus conclusiones. Muchos observadores locales tienden a ser partidistas, por lo tanto es un reto para los visitantes internacionales analizar la información que reciben de estas fuentes.